domingo, 6 de mayo de 2012

LAS YOGASANAS o POSTURAS DE YOGA por Maximiliano A. Pellotta

El yogui conquista el cuerpo por la práctica de las asanas, haciendo de él un vehículo adecuado del espíritu.

Durante la práctica de las asanas, el cuerpo del yogui adopta formas que semejan una gran variedad de criaturas. Los nombres de las asanas tienen significado e ilustran el principio evolutivo. Algunas tienen nombres derivados de la vegetación, como el árbol y el loto; otras de insectos como la langosta y el escorpión; otras de animales acuáticos o anfibios como el pez, la tortuga, la rana. No se olvidan los nombres de criaturas que se arrastran como la serpiente, ni se pasa por alto el estado embrionario humano. Otras asanas reciben su nombre de héroes legendarios, sabios y dioses del panteón hindú. La mente del yogui se halla educada para no despreciar criatura alguna, pues toda la Creación respira el mismo Espíritu Universal.

La presión que se ejerce durante la ejecución de las posturas sobre órganos, tejidos y músculos hace que salga la sangre vieja allí acumulada; esto, combinado con la respiración completa, hace que se renueve la sangre de las partes afectadas. Comienza a entrar al cuerpo mayor cantidad de oxígeno, que pasa al torrente sanguíneo y, cuando liberamos la presión, esa sangre, rica en oxígeno, vitaminas, proteínas, aminoácidos y otros elementos fundamentales para nuestra vida, ingresa al órgano, tejido, músculo o grupo de células que fue sometido a dicha presión. Es como una bocanada de aire fresco que renueva esa parte del cuerpo y que permite que el organismo funcione mejor, ya que queda liberado de toxinas, como una habitación que ha sido aireada.


El Yoga libera el espíritu a través de la respiración, el movimiento y las posturas o asanas. Estas nos dotan de un real beneficio físico y orgánico, pero el Yoga utiliza las técnicas psicofísicas con una finalidad espiritual. El Yoga es espiritual y no físico, y las posturas buscan desbloquear las zonas de somatización emocional, permitiendo que la energía se libere y fluya. Toda presencia de tensión y dolor es energía bloqueada. Las posturas al desbloquear la energía atesorada en las corazas somáticas, buscan generar un cambio emocional (espiritual). Es muy importante tener una actitud correcta cuando realizamos la práctica, estando en el aquí y ahora, siendo conscientes, trabajando con la respiración y concentración. Debemos dar prioridad a la necesidad y no al deseo. Toda insatisfacción, tensión y dolor, se producen por los impulsos y deseos no satisfechos, y esta energía se bloquea en zonas del cuerpo provocando las corazas. Cuando las motivaciones e impulsos (chakras), se reprimen o desequilibran se genera el bloqueo de la energía, la insatisfacción y el dolor. Si nos dejamos llever por el deseo nunca nos libraremos del sufrimiento. Debemos conectarnos con nuestro mundo espiritual, que son nuestras emociones, sentimientos e intuición, y no dejar que nuestra mente y ego nos dominen. El Yoga tiene como finalidad el Samadhi, un estado de plenitud existencial. Un estado de armonía, alegría, paz y felicidad. Un estado de integración cuerpo-mente-espíritu, que nos conduce a descubrir de nuestro lugar en el Juego Divino.


Fuente: autor Max Alejandro, basado en mis apuntes personales de estudio y práctica.

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