domingo, 6 de mayo de 2012

MOVILIDAD DE LAS ARTICULACIONES por Swami Vishnudevananda

Si estudiamos ciertos animales, como los perros y los gatos, encontraremos que a menudo estiran y contraen sus espinas dorsales después de despertarse. Los niños pueden mover sus columnas vertebrales de un modo natural en gran variedad de posiciones. Esta flexibilidad se pierde a medida que el cuerpo crece. La primera señal de osificación de los huesos aparece en la octava semana de vida vida intrauterina.

Mucho después de nacer se producen las últimas etapas en la conversión del cartílago en hueso. Los huesos continúan creciendo en circunferencia, merced a la disposición de nuevo material óseo procedente de las capas más profundas del periostio, en la superficie externa. El cese en el crecimiento del hueso sobreviene a los dieciocho años en las chicas y muy poco después de los veinte en los chicos.

Como soporte adicional del armazón, el esqueleto dispone de lugares de unión para el músculos, tendones y ligamentos. Encima de la pelvis se apilan veinticuatro vértebras. El armazón del cuerpo no solo permanece de pie, sino que se inclina, se mueve y gira.

Los movimientos son restringidos para la mayoría de las personas, de acuerdo con el acortamiento biológico de los ligamentos. El individuo medio no puede tocar el suelo el suelo con sus dedos manteniendo las rodillas rectas, incluso a la edad de veinte años. Este tipo de endurecimiento de los ligamentos puede reducirse a un mínimo practicando ejercicios de Yoga. El cuerpo será flexible como el de un niño incluso a la edad de ochenta años.

Los ligamentos en el hombre son vendas o capas de tejido fibroso que conectan dos o más huesos, cartílagos u otras estructuras. Si la postura y equilibrio son buenos, los ligamentos tienen una vida larga y elástica. Sino, causan malestar y dolor. Es esencial, por lo tanto, que analicemos la naturaleza, función y movilidad de la espina dorsal y sus ligamentos, los cuales juegan un papel prominente en las posturas de Yoga.



A medida que la edad del hombre avanza sus ligamentos se endurecen y su columna vertebral se vuelve rígida. Hay que recordar aquí que las estructuras de los ligamentos son continuas y si se restringe la movilidad de cualquier área toda la ligazón se ve afectada; esto comporta inmovilidad general del cuerpo. 

El endurecimiento excesivo puede ser debido a distintas causas, pero esencialmente a la alineación defectuosa del cuerpo y pobreza de equilibrio, lo que causa el acortamiento de los ligamentos. Este acortamiento puede observarse en personas que pasan mucho tiempo sentadas, como estudiantes, oficinistas, escritores y artistas. Estando sentados, la cabeza y cuello de estas personas se inclinan hacia adelante y obligan a compensar el peso a la columna vertebral, formando de este modo una espalda encorvada.

Cuando un individuo recobra la posición erecta de la espina dorsal, de pie, sentado o caminando, puede sentir intenso dolor en el cuello, extendiéndose hacia hombros y brazos. Esto, a su vez, puede producir dolores de cabeza. La presión causada por el acortamiento de los ligamentos en la base del cráneo irradia a los nervios que pasan a través de la ligazón facial. Estos dolores de cabeza, hombros y brazos pueden eliminarse con algunas posturas de Yoga, tales como el pez y permanecer con todo el cuerpo apoyado sobre los hombros. De esta forma se estiran los ligamentos y se consigue un movimiento libre y fácil de la cabeza y cuello y se hace desaparecer la presión sobre los nervios.

Para mantener efectos duraderos y un alargamiento de estos ligamentos se necesita una cabeza derecha y un superior equilibrio y flexibilidad espinales. Esto puede obtenerse con la práctica diaria de posturas de Yoga.

Los ligamentos faciales consisten en múltiples capas de tejido conectivo compuesto de fibras paralelas entretejidas de tal modo que permiten enormes esfuerzos y tensiones. Estos ligamentos poseen una gran fuerza; son parte importante de nuestros movimientos diarios al caminar, estar de pie y levantar pesos. La ligazón fascial tiende a acortarse después de un período de gran actividad seguido de otro período de inactividad.

Esta tendencia al acortamiento puede verse en atletas, deportistas y bailarines. Después de un período de inactividad necesitan largos períodos de severo entrenamiento, alargamiento extensivo y flexibilización para recuperar su perdida elasticidad.

El yogui concede gran atención a la columna vertebral y sus ligamentos, que son pilar del soporte del tronco y cráneo. Los nervios espinales aparecen entre las vértebras.
Cuatro curvas perfectamente definidas son dignas de mención en la columna vertebral: cervical, torácica, lumbar y pélvica o sacral.


Las curvas primarias existentes en el nacimiento son dos: torácica y sacral. La curva cervical se desarrolla a medida que el niño comienza a mantener su cabeza en alto, entre los tres y nueve meses. Cuando el niño comienza a caminar aparece la curva lumbar.

Las cuatro curvas prestan a la columna la fuerza y elasticidad que le son necesarias para caminar y saltar. Las posiciones incorrectas pueden exagerar estas curvas.

Un exagerado desarrollo de la curva torácica es llamado cifosis. En la curva lumbar se llama lordosis. Si la curvatura es lateral se le denomina escoliosis. En los casos de tuberculosis vertebral puede producirse una erosión de los cuerpos de las vértebras, resultando una curvatura anormal.

Los ejercicios de Yoga están indicados principalmente para mantener la apropiada curvatura en la columna y aumentar su flexibilidad mediante el alargamiento de los ligamentos longitudinales y posteriores. El ligamento longitudinal posterior se extiende desde el epistrofeo hasta el sacro.

Todos los discos y bordes de las vértebras están unidos por este ligamento. A los quince años es fácil tocar los pies con los dedos de las manos sin doblar las rodillas. Esta flexibilidad de la columna disminuye a los treinta y continúa declinando hasta los sesenta y más, de tal modo que cualquier flexión a estas edades puede resultar dolorosa. En efecto, los ligamentos endurecidos no ceden en absoluto y el cuerpo queda sujeto desde la base del cráneo hasta las rodillas por ligamentos que han perdido su elasticidad.

Un practicante de Yoga mantiene, incluso a edad avanzada, la columna y los ligamentos flexibles. Los ejercicios y las posturas de Yoga demuestran hasta que punto el cuerpo humano puede ser entrenado para mantener la flexibilidad de la columna y de las distintas articulaciones.

Fuente: El libro de Yoga - Swami Vishnu Devananda

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