miércoles, 1 de agosto de 2012

DHYANA POR LOS MAESTROS, enseñanzas sobre meditación - Meher Baba


A la meditación se la ha confundido frecuentemente con un proceso mecánico por el cual se fuerza a la mente sobre alguna idea o algún objeto. Por eso es natural que a la mayoría le resulten muy difíciles sus intentos de obligar a la mente a que tome una dirección especial o de restringirla a una cosa en especial. Cualquier manejo puramente mecánico de la mente es no solo tedioso sino que, en última instancia, está condenado al fracaso.

Por ello, el primer principio que el aspirante debe recordar es que la mente solo puede ser controlada y dirigida en su meditación siguiendo las leyes inherentes a la estructura de la mente misma, sin recurrir a hazañas que son simple producto de la fuerza de voluntad.

Hay muchas personas que técnicamente no "meditan" pero suelen hallarse profunda e intensamente enfrascadas en pensar de una manera sistemática y clara sobre algún problema práctico o sobre algún tema teórico. En un sentido, el proceso mental de esas personas es muy parecido al de la meditación, en la medida en que la mente está enfrascada en pensar intensamente en un tema en especial, con exclusión de todo lo que esté fuera de lugar. La razón de que la meditación suela ser fácil y espontánea en ese proceso mental consiste en que la mente se detiene en un tema que le interesa y que ella entiende cada vez más. Sin embargo, la tragedia espiritual de las series de pensamiento corriente consiste en que no se lo dirige a cosas que realmente importan. Por ello, el tema de la meditación hay que elegirlo siempre con esmero y deberá ser espiritualmente importante. Para tener éxito en la meditación, no solo debemos hacer que la mente se interese en temas o verdades divinos sino que también debemos empezar a tratar de entenderlos y apreciarlos. La meditación inteligente es un proceso natural de la mente que evita la rigidez y la regularidad monótonas de la meditación mecánica. Como consecuencia de ello, la meditación no solo se hace espontánea e inspiradora sino también fácil y exitosa.

Puesto que la meditación espontánea consiste en pensar cabalmente en un tema en especial, de esto se desprende que el mejor modo de meditar sería el de efectuar una exposición breve y clara de un tema adecuado. Con esta finalidad no podría haber nada mejor que el Tema Divino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.