viernes, 22 de febrero de 2013

BANDHAS, NADIS Y CHAKRAS

A fin de seguir las técnicas de pranayama es necesario saber algo acerca de bandhas, nadis y chakras.


Bandha quiere decir atadura, enlazar, encadenar o atrapar. También hace referencia a una postura en la cual ciertos órganos o partes del cuerpo son contraídos y controlados.

Nadi es un conducto tubular de nuestro cuerpo a través del cual fluye energía.

Chakras son ruedas o círculos que en el cuerpo humano sirven como centros reguladores de la maquinaria corporal. 

Cuando se genera electricidad, es necesario emplear transformadores, conductores, fusibles, interruptores y cables aislantes que llevan dicha energía eléctrica a su destino, ya que sin éstos la energía generada sería letal. Cuando la práctica de pranayama hace fluir prana por el cuerpo del yogui, es igualmente necesario emplear bandhas que prevengan la disipación de la energía y que la conduzcan hacia los lugares correctos sin causar daño en ningún sitio. Sin bandhas el prana es letal.

Para el pranayama, los tres bandhas fundamentales son: 1 jalandhara bandha, 2 uddiyana bandha y 3 mula bandha.

 nadis y chakras


El primero que un yogui debe dominar es jalandhara. Jala significa red, trama o malla. En jalandhara se contraen el cuello y la garganta mientras la barbilla descansa en el hueco entre las dos clavículas, justo encima del esternón. Se llega a su dominio con la práctica de Sarvangasana y su ciclo, donde también la barbilla se presiona contra el esternón. Jalandhara bandha regula la circulación de la sangre y el prana en su fluir hacia el corazón, las glándulas del cuello y la cabeza, incluido el cerebro. Si se practica pranayama sin jalandhara bandha, enseguida se siente tensión en el corazón, detrás de los globos oculares y en la cavidad del oído, y uno siente mareo en la cabeza. Jalandhara bandha es esencial para las tres fases de pranayama, es decir, puraka (inspiración), rechaka (espiración) y kumbhaka (retención).

Uddiyana significa volar, elevarse. La acción de uddiyana bandha consiste en una elevación acusada del diafragma hacia el tórax y un desplazamiento hacia atrás de los órganos abdominales, hacia la columna vertebral. 
Se dice que a través de uddiyana bandha, la gran ave de prana es forzada a volar hacia arriba por sushumna nadi, el canal principal por donde fluye la energía nerviosa, que se encuentra en el interior de meru-danda o la columna vertebral. Se dice que uddiyana es el mejor de los bandhas, y que rejuvenece a aquél que lo practica de forma continuada y fiel a como le fue enseñado por su guru o maestro. Se dice de él que es el león que mata al elefante llamado muerte. Sólo ha de ser practicado durante bahya kumbhaka (que sigue a rechaka), es decir, durante el intervalo entre una espiración completa y una nueva inspiración, cuando la respiración se suspende. Ejercita el diafragma y los órganos abdominales. La cavidad creada con la elevación del diafragma da un masaje suave a los músculos cardíacos, tonificándolos. Uddiyana bandha nunca a ser abordado durante antara kumbhaka, es decir, en el intervalo entre una inspiración completa y el comienzo de la espiración, en el que la respiración se retiene, ya que tensaría el corazón y el diafragma, y los ojos se proyectarían hacia afuera.

Mula significa raíz, fuente, origen o causa, base o cimiento. Mula es la región entre el ano y el escroto. Mediante su contracción se obliga a apana vayu (el prana del abdomen inferior), cuyo curso es descendente, a fluir hacia arriba para unirse a prana vayu, que reside en la región del pecho.

Mula bandha a de abordarse primero en antara kumbhaka (retención tras la inspiración). La región del abdomen inferior, entre ombligo y ano, es contraída  hacia la columna vertebral y elevada hacia el diafragma. Mientras que en uddiyana bandha toda la región que va del ano al diafragma sube hacia el esternón y es retraída hacia la columna y elevada, en mula bandha es la región inferior del abdomen, entre el ano y el ombligo, la que es contraída, retraída hacia la columna y elevada hacia el diafragma.

Practicar la contracción de los músculos del esfínter anal (asvini mudra) ayuda a dominar mula bandha. Asva significa caballo. Este mudra (postura de sellado) se denomina así porque evoca un caballo evacuando. Ha de aprenderse mediante la práctica de varias asanas, especialmente Tadasana, Sirsasana, Sarvangasana, Urdhva Dhanurasana, Ustrasana y Paschimattanasana.

Se dice que mediante la práctica de estos bandhas se cierran los dieciséis adharas. Adhara (de la raíz "dhr" = soportar) significa soporte, parte vital. Las dieciséis partes vitales son: los pulgares, los tobillos, las rodillas, los muslos, el prepucio, los órganos reproductores, el ombligo, el corazón, el cuello, la garganta, el paladar, la nariz, el entrecejo, la frente, la cabeza y brahmarandhra (la apertura en la cumbre de la cabeza a través de la cual se dice que sale el alma al abandonar el cuerpo).

Existe un gran peligro en intentar aprender uddiyana y mula bandhas por uno mismo, sin la supervisión personal de un guru o profesor experimentado. La realización incorrecta de uddiyana bandha causará descarga involuntaria de semen y pérdida de vitalidad, mientras que la de mula bandha debilitará seriamente al practicante, que carecerá de virilidad. Incluso la práctica correcta de mula bandha puede acarrear peligros, ya que acrecienta el poder de retención sexual, del cual el practicante puede verse tentado a abusar. Si sucumbe a esa tentación, está perdido. Todos sus deseos latentes pueden despertarse, volviéndose letales igual que una serpiente que es despertada con un palo. Con el dominio de los tres bandhas, el yogui se halla en la encrucijada de su destino: un camino le conduce a bhoga (el disfrute de los placeres mundanos), el otro a yoga, o la unión con el Alma Suprema. A pesar de que el atractivo de los placeres es grande, el yogui siente mayor atracción por su Creador. Al abrirse los sentidos hacia fuera, se ven atraídos por los objetos y siguen la senda de bhoga. Si se cambia de dirección, de modo que los sentidos se dirijan hacia dentro, entonces éstos siguen la senda del yoga. Los sentidos del yogui se dirigen hacia el interior para encontrarse con su Creador, fuente de toda creación. Es el momento en que el aspirante ha dominado los tres bandhas cuando resulta del todo especial la orientación de un guru, pues bajo una tutela adecuada, este poder acrecentado se ve sublimado hacia fines más altos y nobles. El practicante es conocido entonces como urdhvareta (urdhva = hacia arriba; retus = semen) o aquel que lleva una vida de celibato y no disipa su virilidad. Entonces adquiere un poder moral y espiritual que resplandece como el Sol.

Practicando mula bandha, el yogui persigue alcanzar la fuente verdadera o mula de toda la creación. Su meta es la restricción total o bandha de chitta, que incluye la mente (manas), el intelecto (buddhi) y el ego (ahamkara).

El cuerpo humano es en sí mismo un universo en miniatura. Hatha se compone de las sílabas ha y tha que significan el Sol y la Luna respectivamente. Las energías solar y lunar fluyen a través de los dos nadis principales, pingala e ida, que nacen en las fosas nasales derecha e izquierda respectivamente y que descienden hasta la base de la columna. Pingala es el nadi del Sol e ida es el nadi de la Luna. Entre ellos está sushumna, el nadi del fuego. Como se dijo anteriormente, sushumna nadi es el conducto principal por el que fluye la energía nerviosa y está localizado en el interior de meru-danda o la columna vertebral. Pingala e ida se cruzan entre sí y también con sushumna en varios lugares. Estas intersecciones se llaman chakras o ruedas y regulan la maquinaria corporal de mismo modo que un volante controla el motor.

Los chakras fundamentales son: muladhara chakra, que está situado en la región pelviana, encima del ano (mula = raíz, causa, fuente; adhara = soporte, parte vital); svadhisthana chakra, por encima de los órganos de reproducción (sva =fuerza vital, alma; adhisthana = asiento o lugar de residencia); manipuraka chakra es el ombligo (manipura = ombligo); manas y surya chakras, situados entre el ombligo y el corazón (manas = mente; surya = Sol); anahata chakra, en la región cardíaca (anahata =corazón); vishuddhi chakra, en la región faríngea (vishuddha = puro); ajña chakra, en el entrecejo (ajña = mando); sahasrara chakra, que se conoce como el loto de los mil pétalos, situado en la cavidad cerebral; y lalata chakra, que se encuentra en lo alto de la frente (lalata = frente).

Puede ser que estos chakras se correspondan con las glándulas endocrinas, que suministran hormonas y otras secreciones internas al sistema. Los chakras muladhara y svadhisthana corresponden quizá a las gónadas (los testículos, el pene y la próstata para los hombres y los ovarios, el útero y la vagina en las mujeres). Entre estos dos chakras se encuentra el asiento de los genitales, conocido como kamarupa y llamado así en honor a Kama, el dios del Amor y la Pasión. Los órganos abdominales como el estómago, el bazo, el hígado y el páncreas quizá correspondan a manipuraka chakra. Las dos glándulas suprarrenales pueden corresponder a surya y manas chakras. Anahata chakra es el corazón y los vasos sanguíneos principales que lo circundan. Visuddhi chakra puede ser la tiroides, la paratiroides y el timo. Los chakras ajña, sahasrara y lalata pueden constituir la materia cerebral y las glándulas pituitaria y pineal.

Según los textos tántricos el objetivo del pranayama es despertar a kundalini, la fuerza cósmica divina que reside en nuestros cuerpos. Kundalini se simboliza como una serpiente enroscada y durmiente que yace aletargada en el centro nervioso inferior situado en la base de la columna vertebral, el muladhara chakra. Este energía durmiente ha de ser despertada y conducida por la columna hacia arriba, atravesando los chakras hasta sahasrara (el loto de mil pétalos de la cabeza, el entramado nervioso cerebral) y ahí unirse con el Alma Suprema. Ésta es quizá una forma alegórica de describir la tremenda vitalidad, especialmente sexual, que se obtiene a través de la práctica de uddiyana y mula bandhas descritos anteriormente. El despertar y ascender de kundalini es quizá una forma simbólica de  describir la sublimación de la energía sexual.

Fuente: "Yoga Dipika" de B.K.S. Iyengar.  

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