miércoles, 6 de febrero de 2013

EL MÉTODO VINYASA KRAMA YOGA, SU PRÁCTICA Y BENEFICIOS por Srivatsa Ramaswami

"Nadie puede aburrirse con el yoga. Es tan versátil, tan completo....
Trata de cómo ayudar a tu cuerpo, cómo ayudar a tu mente a encontrar la felicidad y a transformarse, a saber y entender qué es y a qué llamamos "uno mismo". Toda la filosofía y la práctica del yoga se desarrollan para el bien de todos y cada uno de los individuos, para que cada uno de ellos pueda encontrar su propia individualidad y, por consiguiente, descubrir el trasfondo de la felicidad en toda la vida.
Mucha gente se siente feliz practicando el asana, pero incluso el creador del Hatha Yoga, Svatmarama, dice que su hatha yoga debería considerarse un peldaño en el camino al sublime Raja Yoga o yoga de la luz o la iluminación. Así que, las prácticas internas pueden ser el siguiente paso lógico en progreso espiritual de un yogui." - Srivatsa Ramaswami




SALUDO AL SOL

Existen muchas subrutinas en la metodología general de los vinyasas. Las subrutinas que se practican más comúnmente incluyen el Saludo al Sol y diferentes secuencias que comienzan desde la postura del perro mirando hacia abajo, una importante postura inicial.
Este es un ejercicio muy popular. Diferentes escuelas lo practican con algunas variaciones. En el Vinyasa Krama hay doce vinyasas. Todos los movimientos han de hacerse con la respiración adecuada. El Saludo al Sol se practica mejor mirando hacia el Este y al amanecer.
Puedes hacer unos cuantos Surya Namaskaras a la vez, siempre teniendo cuidado de que no se te acelere la respiración. Hacer demasiados Surya Namaskaras seguidos no es recomendable en el yoga. En el Hathayogapradipika, la Biblia de todos los yoguis hatha, el autor, Swatmarama, aporta una lista de lo que es útil para el progreso del yoga y lo que va en su detrimento. Citando a otro gran yogui, Gorakhanatha, Swatmarama prohíbe a los yoguis desarrollar actividades dolorosas o peligrosas (kayaklesa). Brahmanada, quien comente el gran tratado del yoga, ofrece ejemplos de lo que constituye un kayaklesa y advierte de los peligros de hacer demasiados Saludos al Sol. Sin embargo, practicados con moderación son excelentes ejercicios para el cuerpo. la respiración y la mente.

SECUENCIAS DE POSTURAS DE PIE

La primera secuencia de asanas del método vinyasa en la práctica de yogasanas es la secuencia de pie, conocida como la postura de la montaña.

La postura de la montaña, o como se llama en sánscrito, tadasana, es una postura que se presta a diversas secuencias de vinyasa, que son excepcionalmente útiles para el ejercicio de todo el cuerpo. La progresión de vinyasas avanza desde los dedos de las manos hacia los nudillos, las muñecas, los codos y los hombros, y luego el cuello, el torso, la columna y las lumbares. El krama (orden de las posturas) incluye, consecutivamente, la articulación de la cadera y la pelvis, las rodillas, los tobillos y los empeines de los pies. Todo el cuerpo está involucrado. El tadasana es el eje de esta secuencia, que contiene muchas posturas importantes, como la flexión hacia delante (uttanasana) y la sentadilla (utkatasana).

Uno de los parámetros que define el asana es la firmeza o buen equilibrio. Tanto si se está de pie como si se está sobre la cabeza, la firmeza es un ingrediente vital para la práctica de asanas. El tadasana y sus diversos vinyasas ayudan a mejorar la sensación de equilibrio considerablemente. Cuando se está nervioso, no se puede permanecer estable y se tiende a perder el equilibrio. El tadasana, cuando se practica de forma regular, infunde una sensación de equilibrio y produce una sensación de calma mental que se manifiesta como firmeza en el ámbito físico.

Con esta secuencia, puedes ejercitar todo el cuerpo de forma exhaustiva y, según los hatha yoguis, se alinean muy bien los centros del cuerpo (chakras).
La versátil secuencia del tadasana se presta a ciertas subsecuencias innovadoras y abreviadas. La famosa serie del saludo al sol es una extensión del ciclo del tadasana.


SECUENCIAS DE POSTURAS INVERTIDAS

Las posturas invertidas (viparita karani) ocupan un ligar muy importante en la práctica de asanas del yoga. Son innovaciones únicas de los antiguos yoguis. Todas las posturas antigravitatorias ejercen un efecto tonoficante sobre los órganos internos, si se hacen correctamente. Debido a la fuerza de la gravedad, que tira hacia abajo, los músculos caen cuando estamos de pie o sentados. También sabemos que los músculos pierden tono a medida que nos hacemos mayores. Al igual que los músculos superficiales, los tejidos musculares internos del cuerpo también van perdiendo poco a poco su tono.
Los órganos internos -llamados kosas- se mantienen en su sitio gracias a diversos grupos musculares, tendones y otros tejidos. Los kosas son el hridaya kosa (corazón), el swasa kosa (pulmón), el anna kosa (estómago), el garbha kosa (útero), el mutra kosa (vejiga), el bindu kosa (próstata) y el mala kosa (intetino grueso). Cuando los tejidos empiezan a perder tono debido a la constante gravedad, los órganos internos también tienden a caer, como los músculos de la cara. Sin embargo, esto no lo vemos.
Los yoguis dicen que este proceso desplaza los órganos internos de su posición original porque lo que hay en el interior del cuerpo no está firmemente sujeto. Según lo yoguis, ésta es la causa, o una de las causas, de muchos achaques. Los órganos tienden a perder efectividad, por no decir más. Los yoguis inventaron un proceso sencillo para intentar corregir este proceso natural en la medida de lo posible: las posturas invertidas.

Al mantener posturas tales como la postura sobre los hombros o la postura sobre la cabeza, conseguirás que tus órganos se muevan hacia su posición original. Evidentemente, hay que estar al revés suficiente tiempo para que estas posturas tengan algún efecto. En estas posturas, si puedes respirar bien, lograrás espirar entre tres y diez segundos bien saludables -incluso más. Durante ese tiempo, si controlas bien los músculos del recto, los glúteos y los abdominales, puedes utilizar esos músculos, junto con el diafragma pélvico y el diafragma torácico. para acceder a los órganos internos, suavemente, pero de forma eficaz, y presionarlos o masajearlos. Además, al manipular el cuerpo con las posturas invertidas a través de diferentes vinyasas o movimientos, puedes llegar a un grupo específico de músculos u órganos internos.
Esto es la teoría. El problema es que estos asanas son difíciles de practicar y controlar. Sin embargo, para una persona disciplinada como un yogui es posible. Huelga decir que hay que tener mucho cuidado con el cuello y la columna. No se puede practicar el yoga sin ser cauto. Con una respiración coordinada, como en el Vinyasa Krama, mantener la atención requerida es mucho más fácil.


SECUENCIAS DE POSTURAS SENTADO

Como estas posturas son importantes para el pranayama y otros esfuerzos meditativos (sadhanas), es imperativo dominar los fundamentos de las posturas que se hacen sentado sentado.

Las posturas asimétricas que se realizan sentado ayudan a corregir cualquier desequilibrio al trabajar las dos partes del cuerpo de forma separada, espacialmente las extremidades inferiores. A pesar de que a muchos occidentales les encanta practicar el yoga, algunos no sienten un entusiasmo especial por hacer posturas sentados, como la postura del loto o la postura del héroe entre otras, en las que participan las caderas, las rodillas y los tobillos.

Los vinyasas de diversas dificultades ayudan a quien los practica a alcanzar el asana siddhi (la perfección en las posturas que se realizan sentado).

En la secuencia asimétrica, una pierna se mantiene estirada la mayoría del tiempo y la otra se mueve según una progresión lógica de vinyasas.
En la secuencia de las posturas simétricas, ambas piernas se mantienen estiradas mientras que la parte superior del cuerpo es la que trabaja. La parte posterior de las extremidades inferiores es difícil de ejercitar. Contiene una cantidad considerable de tejido muscular, cuyo trabajo requiere especial esfuerzo. Estirar las piernas e intentar tocarse los dedos de los pies mientras se está sentado puede ser incómodo para muchas personas. Esta secuencia de estiramientos posteriores que se realizan sentado ayudan a estirar de manera uniforme los talones. los tobillos, los músculos isquiocrurales, los muslos y los glúteos, y luego pasa a estirar la espalda, la columna, los hombros y el cuello. También mejora la circulación de la sangre (rakta sanchara) en la parte posterior del cuerpo y ayuda a mantener una buena salud y energía. Se siente cierta ligereza en las extremidades inferiores, lo cual constituye una buena sensación por sí misma. Quienes están interesados en los aspectos esotéricos del yoga pensarán que esta secuencia es una ayuda constante para el despertar de la energía mística (kundalini). Su práctica regular hace que el cuerpo sea más ligero y que la mente se relaje.

SECUENCIAS DE POSTURAS DE EQUILIBRIO

Estas secuencias se realizan de pie sobre una sola pierna y contienen muchos vinyasas que se llaman tapas asanas -posturas de austeridad. Los sabios entregados que hacían penitencia (tapasvins) recurrían a estas posturas de resistencia durante la antigua etapa épica puránica. Muchos sabios y devotos solían mantenerse sobre un pie y meditar.

Estas secuencias proporcionan un tremendo sentido del equilibrio. Requieren muchísima atención. Quien las practique alcanzará durante el proceso un alto grado de concentración, lo cual es necesario para la meditación y otras habilidades del yoga.

SECUENCIAS DE POSTURAS DE MEDITACIÓN

Los yoguis tradicionales consideran la postura del loto (padmasana) como la postura más importante de todas las que se realizan sentado. Se pueden encontrar menciones a esta postura, no solamente en los antiguos textos sobre el yoga, sino también en los textos épicos y otros libros indios antiguos sobre religión y cultura. Sin embargo, actualmente a muchas personas que practican el yoga no les gusta esta postura. Muchos la consideran aburrida, estática y hasta dolorosa. Como hoy por no se presta mucha atención a la práctica de los ejercicios de respiración o a la meditación, esta postura no parece importante para la mayoría de la gente. No obstante, si esta postura se practica como dicta el Vinyasa Krama, según el cual se realizan movimientos que conducen progresivamente a la postura, seguidos de diversos detalles, sus contraposturas y la secuencia de retorno, puede ser mucho más divertida. Además, al seguir el proceso del vinyasa krama, las posibilidades de adoptar la postura sin dolor durante  un largo período aumentan de forma considerable. Es una gran postura para un yogui, con la que se practican algunos de los aspectos más sutiles del yoga, como el pranayama y la meditación. Presta atención a tu respiración, que ha de fluir sincronizada con tus movimientos. 

La serie del loto es una secuencia muy bonita. Con las extremidades completamente flexionadas, el resto del cuerpo se ejercita en diferentes posiciones. Doblado hacia delante, girado, doblado hacia atrás, saltando y en inversión. Con una respiración controlada y coordinada, tu mente estará totalmente absorta en la rutina de los ejercicios, además de más calmada y concentrada.

Además de la postura del loto, existen otras posturas de yoga que se emplean para prácticas como el pranayama y la meditación. Algunas son posturas muy importantes, sobre todo el vajrasana, con el que se realizan diversos vinyasas.
El vajrasana o postura del diamente es la postura inicial para muchos vinyasas y asanas. Es una postura que se alcanza rápidamente y es relativamente fácil. Con un poco de práctica, serás capaz de permanecer en esta postura durante mucho tiempo. Muchos yoguis que no se sienten cómodos con la postura del loto prefieren el vajrasana para sus sadhanas (prácticas espirituales)del yoga.

Se trata de una postura muy compacta y efectiva. El hecho de mantener los tobillos estirados ayuda a mantener el arco de la columna. Una vez que las rodillas y los tobillos son flexibles gracias a la práctica de los vinyasas, será mucho más facil permanecer en vajrasana durante un largo período de tiempo. Todos los yoguis deben intentar dominar una postura que se realiza sentado -el vajrasana, el virasana, el padmasana o el siddhasana-, para poder practicar otros angas (ramas) avanzados, como el dhyana y el pranayama, sin que el cuerpo y la mente se distraigan. 

Fuente: "Vinyasa Yoga" de Srivatsa Ramaswami 

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