lunes, 4 de febrero de 2013

LA RELAJACIÓN EN EL YOGA

Cuando el cuerpo y la mente están constantemente sobrecargados, disminuyen la eficacia en la ejecución de sus naturales cometidos. La moderna vida social, la comida, el trabajo e incluso las denominadas distracciones, hacen difícil la relajación al hombre civilizado de hoy.  No solamente le resulta difícil relajarse, sino que ha olvidado incluso el medio de que se sirve la naturaleza para recargar el cuerpo durante la relajación y el descanso. Incluso mientras descansan la mayoría de los hombres gastan una enorme cantidad de energía física y mental.

La mayor parte de la energía producida por el cuerpo se malgasta innecesariamente. Por cualquier motivo se malgastan enormes cantidades de energía en inútiles tensiones musculares.

No tienen ninguna utilidad aumentar la energía si va a ser malgastada sin sentido; ya que si aumentamos la producción sin controlar el desgaste inútil, habremos aumentado únicamente la magnitud del desgaste. Por lo tanto, antes de aprender cualquier ejercicio físico o mental, debiera de aprenderse a observar la tensión muscular y a relajar aquellas tensiones que fueran innecesarias. Todos los ejercicios de Yoga se basan en este principio.

Todas las acciones físicas llevan tensión a los músculos. En ocasiones se observa esta tensión también durante el descanso, sin razón alguna. También durante el sueño los músculos permanecen tensos y continúan gastando energía, aunque no nos demos cuenta.

Gastamos más energía en tener los músculos continuamente prestos para la acción que en el trabajo útil realizado a lo largo de nuestra vida.

Para regular y equilibrar el trabajo del cuerpo y de la mente, es necesario aprender a economizar la energía producida por el cuerpo, lo cual constituye el principal propósito de la relajación.
Hay que recordar aquí, que nuestro cuerpo produce normalmente en un día todas las sustancias y energía necesarias para el siguiente día. Pero a menudo ocurre que todas estas sustancias y energías se consumen en unos pocos minutos por medio del malhumor, cólera, irritación, etc., cuando alcanzan cierto grado de intensidad. En ocasiones, un simple rapto violento de cólera, puede destruir prácticamente todas las energías del hombre.

Este proceso de erupción y represión de las emociones violentas se convierte, a menudo, en un hábito regular, y el resultado es realmente desastroso no sólo para el cuerpo, sino también para la mente.

Durante la relajación no se consume prácticamente energía o prana, aunque algo se usa en mantener el cuerpo en condiciones normales, mientras el resto se está almacenando y conservando.

savasana

Los yoguis utilizan tres métodos para alcanzar la perfecta relajación. Estos métodos se conocen como físico, mental y espiritual. Ninguna relajación es completa hasta que el hombre alcanza el grado de relajación espiritual, que solamente conocen los yoguis.

1. RELAJACIÓN FÍSICA. - Todos sabemos que la acción es el resultado de un pensamiento originado en la mente consciente o subconsciente. Los pensamientos tomen forma en la acción y el cuerpo reacciona. Cuando deseamos ejecutar un acto, el pensamiento se genera en la mente, se transmite al cerebro y, simultáneamente, el cerebro telegrafía el mensaje a los músculos a través de los nervios, y aquéllos se contraen. Del mismo que tras la contracción muscular hay un pensamiento, También tras la relajación existe la vibración de un pensamiento. Igual que enviamos un mensaje para contraer los músculos, otro mensaje llevará la relajación a los músculos cansados. Este mensaje es conocido como autosugestión, o sugerir la relajación a los propios músculos y órganos. Pero al no tener control sobre los órganos involuntarios, tales como el corazón, pulmones, hígado, cerebro, etc., no podemos enviar directamente pensamientos para la relajación de estos órganos y , sin embargo, ellos también necesitan descanso y relajación para aumentar la eficacia de su trabajo. Aquí los yoguis utilizan la mente subconsciente, que controla todas las funciones automáticas de estos órganos involuntarios. Durante la relajación, la mente consciente envía un mensaje a un órgano particular, como el corazón o el hígado. Este mensaje es recibido por la mente instintiva, quien inmediatamente transmite la orden. De este modo pueden relajarse también los órganos involuntarios. Primeramente, la relajación física comienza desde los dedos de los pies hacia arriba y la autosugestión pasa a través de los músculos hasta los ojos y oídos. Entonces se envían, lentamente, mensajes a los riñones, hígado y demás órganos internos.

2. RELAJACIÓN MENTAL. - La constante tensión a que someten a la mente las innecesarias  preocupaciones y ansiedades, se lleva más energía que las tensiones físicas. Durante la tensión mental se respirar lenta y rítmicamente durante unos minutos, concentrándose en la respiración. Poco a poco, la mente se calmará y se sentirá una sensación de ligereza, como si nuestro cuerpo fuera una pluma. En este estado se experimente gran paz y bienestar.

3. RELAJACIÓN ESPIRITUAL. - Sin embargo, tratando de relajar la mente, no se pueden desechar completamente todas las tensiones y preocupaciones, a menos que se llegue a la relajación espiritual. Mientras el hombre se identifique así mismo con el cuerpo y la mente, habrá preocupaciones, temores, ansiedad y cólera, que, a su vez, comportan tensión. Los yoguis saben que, a menos que el hombre pueda sustraerse así mismo de la idea del cuerpo y se separe de la conciencia del ego, no tiene medio de obtener la relajación completa. Así pues, en la relajación mental hay que sustraerse e identificarse así mismo con el ser todo-penetrante, todo-poderoso, todo paz y gozo, que es la pura conciencia dentro de nosotros, porque todas las fuerzas de poder, conocimiento, paz y fortaleza están en el alma y no en el cuerpo. El hombre a sido presa de todas las emociones depravadas de la mente al identificarse así mismo con la mente y el cuerpo, y el solo medio para liberarse de sus garras es asentar su naturaleza real: " Yo soy la pura conciencia o ser". Esta identificación con el ser completa el proceso de relajación. Se conoce como Savasana o postura del cuerpo muerto.

Fuente: "El Libro de Yoga" - Swami Vishnu Devananda




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