sábado, 16 de marzo de 2013

PRANA Y PRANAYAMA

Explicar lo que es prana es tan difícil como explicar lo que es Dios. Prana es la energía que impregna el universo a todos los niveles. Se trata de energía física, mental, intelectual, sexual, espiritual y cósmica. Todas las energías vibrantes son prana. Todas las energías físicas, tales como el calor, la luz, la gravedad, el magnetismo y la electricidad, son también prana. Prana es la energía oculta o potencial que se halla en todos los seres y que se ve liberada en grado sumo en momentos de peligro. Es el motor primario de toda actividad. Es la energía que crea, protege y destruye. El vigor, la potencia, la vitalidad, la vida y el espíritu son todos forma de prana.

Según los Upanishads, prana es el principio de la vida y la consciencia. Se lo equipara con el Sí-mismo real (Atma). Prana es el aliento de vida de todos los seres del universo. Éstos nacen a través de él, viven con él, y, al morir, el hálito individual de ellos se disuelve en el aliento cósmico. Prana es el eje de la Rueda de la Vida. Todo se halla establecido en él. Impregna el sol dador de vida, las nubes, los vientos (vayus), la tierra (prithvi), así como todas las formas de materia. Es ser (sat) y no-ser (asat). Es la fuente de todo conocimiento. Es la Personalidad Cósmica (el purusha) de la filosofía samkhya. De ahí que el yogui se refugie en prana.

Prana se traduce normalmente por respiración, aunque ésta es sólo una de sus muchas manifestaciones en el cuerpo humano. Si se detiene la respiración, también lo hace la vida. Los antiguos sabios indios sabían que todas las funciones del cuerpo eran desarrolladas por cinco tipos de energía vital (prana-vayus). Éstos se denominan prana (aquí el término genérico se utiliza para designar el particular), apana, samana, udana y vyana. Se trata de aspectos específicos de una única fuerza cósmica vital (viento vital), principio primordial de existencia en todos los seres. Dios es uno, pero los sabios lo designan mediante varios nombres, y lo mismo ocurre con prana.

Prana se mueve en la zona torácica, y controla la respiración. Absorbe la energía vital de la atmósfera. Apana se mueve en la parte baja del abdomen, y controla la eliminación de la orina, el semen y las heces. Samana aviva los fuegos gástricos, ayudando a la digestión y manteniendo el funcionamiento armonioso de los órganos abdominales. Actúa como elemento integrador de todo el cuerpo humano basto. Udana, opera a través de la garganta (la faringe y la laringe), controla las cuerdas vocales, así como la toma de aire y alimento. Vyana impregna el cuerpo entero, distribuyendo la energía derivada del alimento y la respiración a través de las arterias, las venas y los nervios.

En pranayama, prana-vayu es activado por la respiración que entra, y apana-vayu por la que sale. Udana hace ascender la energía desde la parte baja de la espina dorsal hasta el cerebro, vyana es esencial para el funcionamiento de prana y apana, pues sirve de mediador en la transferencia de energía del uno a otro. 

Existen así mismo cinco divisiones suplementarias denominadas upapranas o upavayus, a saber: naga, kurma, krikara, devadatta y dhanamjaya. Naga alivia la presión del abdomen mediante el eructo. Kurma controla los movimientos de los párpados para evitar que ningún cuerpo extraño penetre en el ojo; controla también el tamaño del iris, regulando con ello la intensidad de la luz necesaria para la visión. Krikara impide que ninguna sustancia ascienda por las fosas nasales o baje por la garganta, haciéndonos estornudar o toser. Devadatta causa el bostezo e induce el sueño. Dhanamjaya produce la flema, permaneciendo en el cuerpo aún después de la muerte e inflando en ocasiones el cadáver. 

Según el Ayurveda, vata, uno de los tres humores (dosha), es otro de los nombres de prana. El Charaka Samhita explica las funciones de vata de la misma manera en que los textos de yoga explican prana. La única expresión perceptible del funcionamiento de prana se siente en los movimientos de los pulmones activados por la energía interior, causantes de la respiración.

 Sri T. Krishnamacharya


Chitta y Prana
Chitta y prana se hallan en constante asociación. Allí donde se encuentra chitta, hay también concentración de prana, y allí donde se halla prana, se da una concentración de chitta. Chitta es como un vehículo propulsado por dos poderosas fuerzas -prana y vasana (deseos)- que se mueve en la dirección de la fuerza más potente. Como una pelota que rebota al golpear contra el suelo, así se ve sacudido el sadhaka según el movimiento de prana y chitta. Si la respiración (prana) prevalece, entonces los deseos son controlados, los sentidos sujetos y la mente aquietada. Más si es la fuerza del deseo la que se impone, la respiración se torna irregular y la mente agitada.

En el tercer capítulo del Hatha Yoga Pradipika, Swatmarama afirma que en tanto la respiración y prana se hallen en calma, chitta se muestra firme y no puede haber descarga de semen (sukra).Con el tiempo, el vigor en aumento del sadhaka se ve sublimado para más altas y nobles metas. Alcanza entonces el estado de urdhva-retas (urdhva = hacia arriba; retas = semen), aquel que ha sublimado su energía sexual y su chitta para fundirse en la consciencia pura.

Pranayama
"Prana" significa aliento, respiración, vida, vitalidad, energía o fuerza. Utilizado en plural, denota ciertos hábitos vitales o corrientes de energía (prana-vayus). "Ayama" significa alargamiento, extensión, ensanchamiento, longitud, amplitud, regulación, prolongación, contención o control. "Pranayama" designa, así pues, la prolongación de la respiración y su control. El Shiva Samhita lo llama vayu sadhana (vayu = respiración; sadhana = práctica, busca). Patanjali en Yoga Sutras describe el pranayama como la entrada y salida controlada de la respiración en una postura firmemente establecida.

El pranayama es un arte que posee técnicas para hacer que los órganos se muevan y ensanchen a voluntad, de forma rítmica e intensa. Consiste en un largo y sutil flujo sostenido de la respiración (puraka), la espiración (rechaka) y la retención de la respiración (kumbhaka). Puraka estimula el organismo; rechaka arroja fuera el aire viciado y las toxinas; kumbhaka distribuye la energía a través del cuerpo. Los movimientos incluyen la expansión horizontal (dairghya), la ascensión vertical (aroha) y la extensión circunferencial (visalata) de los pulmones y de la caja torácica.
Esta respiración disciplinada ayuda a que la mente se concentre y permite que el sadhaka alcance longevidad y una salud de hierro.

El pranayama no es una mera respiración habitual y automática para mantenerse con vida. A través de la abundante toma de oxígeno que resulta de sus disciplinadas técnicas, tienen lugar en el cuerpo del sadhaka sutiles cambios químicos. La práctica de asanas hace desaparecer obstrucciones que impiden el flujo de prana, y la práctica de pranayama regula este flujo de prana a través del cuerpo. Regula así mismo todos los pensamientos, deseos y acciones del sadhaka, aportándole el equilibrio y la enorme fuerza de voluntad necesarios para convertirse en un maestro de sí mismo.

Fuente: "Pranayama Dipika" - B.K.S. Iyengar.  

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