martes, 23 de abril de 2013

SUSHUMNA, IDA y PINGALA


Los Nadis

Los nadis están vinculados con los chakras. El canal central, sushumna, juega un papel vital en las prácticas yoguis y tántricas. Los chakras son centros de intercambio entre la energía física y psicológica dentro de la dimensión física, y el prana es la fuerza que vincula lo físico con lo mental y a éste con lo espiritual. En realidad, lo físico, lo mental y lo espiritual son lo mismo y actúan conjuntamente en todos los niveles. Algunos de los nadis gruesos, como los nervios físicos, las venas y las arterias, son conocidos por la ciencia médica moderna. Pero como no todos los nadis adoptan una forma física, ni tienen un carácter visible, es imposible localizarlos, observarlos o seguir el camino que recorren por medios menos sutiles. Los nadis sutiles son de dos tipos:

Pranavaha nadis... conductos de la fuerza pránica.

Manovaha nadis... conductos de la fuerza mental.


Los nadis pranavaha y manovaha suelen ir juntos. Aunque desafían toda descripción, de algún modo están conectados con los nervios sensorios del sistema nervioso autónomo. Los nadis del yoga y los nervios del sistema nervioso autónomo actúan conjuntamente del mismo modo que la psique actúa con lo fisiológico.

Determinados estudios de anatomía contradicen la descripción de sushumna que dan las escrituras tántricas, afirmando que el canal central sólo contiene líquido cerebroespinal, sin ninguna mención de la presencia de fibras nerviosas. Neurológicamente es imposible que la médula espinal tenga una apertura en la parte superior de la cabeza para la entrada y salida de prana. Por tanto, es difícil proporcionar una anatomía precisa de los chakras. En acupuntura hay un meridiano llamado vaso del gobernador que tiene alguna correspondencia con sushumna. En este meridiano, la fluencia de la energía comienza en la punta del cóccix, asciende por la columna, alcanza un punto en la parte superior de la cabeza y luego desciende por la línea del meridiano hasta un punto situado por debajo del ombligo. Los meridianos de la acupuntura equivalen a los nadis del pranavaha. 


Según el tratado tántrico Shiva Samhita, hay catorce nadis principales. De éstos, los más importantes son ida, pingala y sushumna; todos los nadis están subordinados a sushumna. El prana viaja a través del sushumna desde el plexo pélvico hasta el brahma randhra ("la cueva del brahman", el espacio hueco que hay entre los dos hemisferios del cerebro), situado en el interior del eje cerebroespinal. El chakra muladhara es el lugar de encuentro de los tres nadis principales, y se conoce con el nombre de yukta triveni (yukta, "combinado"; tri, "tres"; veni, "corrientes"). 


Los diez primeros nadis, según el Shiva Svarodaya, están conectados con las diez "puertas" o aberturas del cuerpo:

1. Sushumna o brahma randha (fontanel/tapa de la cabeza).
2. Ida (ventanilla nasal izquierda)
3. Pingala (ventanilla nasal derecha)
4. Gandhari (ojo izquierdo)
5. Hastajihva (ojo derecho)
6. Yashasvini (oreja izquierda)
7. Pusha (oreja derecha)
8. Alambusha (boca)
9. Kuhu (genitales)
10. Shankhini (ano)


1. Sushumna

Sushumna ocupa una posición central y pasa a través del meru danda (columna vertebral). Según V. G. Real, se origina dentro del kanda (material fibroso alrededor del cual se entretejen los nervios), el cual se corresponde aproximadamente con el área del ombligo. Sin embargo, esto es contradictorio, pues la mayor parte de las escrituras sobre yoga, y específicamente el Shandilya Upanishad, consideran que la sede del sushumna es muladhara. El Shiva Svarodaya menciona 72000 nadis y nombra sólo los tres principales: ida, pingala y sushumna.

Sushumna tiene su origen en el chakra muladhara, asciende por el cuerpo cruzando el talu (el paladar, en la base del cráneo), uniéndose a sahasrara (el plexo de mil nadis en la parte superior del cráneo, también llamado el "loto de los mil pétalos"). Este nadi se divide en dos ramas: anterior y posterior.

La rama anterior va hasta el chakra ajna, situado en alineamiento con el entrecejo, uniéndose al brahma randhra. Este espacio hueco se conoce también con el nombre de bhramara gupha ("cueva del abejorro"), y con andha kupa ("el pozo ciego", o la décima puerta. Exteriormente, éste es el "punto débil" que se abre cuando nace un hijo. En un niño recién nacido pueden notarse en este punto las pulsaciones en las primeras semanas de vida; a partir del sexto mes, comienza a endurecerse. Después, sólo puede abrirse mediante prácticas especiales del laya yoga, svara yoga, kriya yoga o nada yoga. En los shastras (las escrituras antiguas) se dice que quien abandona su cuerpo por la décima puerta recorre el "camino sin regreso" (es decir, logra la liberación del ciclo de la muerte y el renacimiento). Hay algunos yoguis que observan disciplinas con el fin de preparar la décima puerta, para que su último aliento conduzca el alma hacia la liberación. El aspirante auténtico deseoso de liberación trabajará con la rama posterior de sushumna.


Otro rasgo especial de sushumna es que no está atado por el tiempo. Cuando en estado de meditación un yogui se establece en el punto medio que hay entre el entrecejo del chakra ajna (tercer ojo) y trasciende el prana a la región de brahma randra, está más allá del tiempo. Se convierte en un trikaladarshi (conocedor del pasado, el presente y el futuro). El ajna chakra va más allá del tiempo, y la muerte no le puede tocar. Las funciones del cuerpo físico se detienen lo mismo que el proceso de envejecimiento. Un momento antes de la muerte todos los seres humanos toman la respiración sushumna, en la que trabajan simultáneamente las dos ventanas de la nariz. Se dice que la muerte no es posible cuando ida o pingala dominan en exclusividad -con excepción de la muerte accidental-. Es decir, cuando sólo opera la ventanilla derecha, o cuando la respiración predomina en la ventanilla izquierda, la muerte no se puede producir.

Otros nombres de sushumna son los de nadi sarasvati y nadi brahma. Sin embargo, no es un identificación apropiada, pues sushumna es un canal en el que hay otros nadis sukshma (sutiles) y sarasvati es un nadi complementario de sushumna que fluye hacia el exterior por el lado izquierdo. 


De acuerdo con el Lalita Sahasranama (un texto tántrico dedicado a la diosa), el tamasika sushumna de rojo ígneo tiene en su interior un brillante nadi rajasika vajra, que es de la naturaleza del Sol y el veneno, y un nadi sattvika chitra, que gotea pálido néctar y es de naturaleza de la Luna. Este nadi es responsable de los sueños, alucinaciones y visiones. En sánscrito, chitra significa una pintura o imagen. Este nadi se activa automáticamente en pintores, poetas y artistas visionarios. El final del nadi chitra se llama brahma dvara ("la puerta del brahman") y kundalini devi asciende por esta puerta hasta su morada final, el chakra manasa, chakra lalana o chakra soma, el lugar de encuentro de kameshvara y kameshvari (Shiva y Shakti), por encima del lugar donde reside kamadhenu (la vaca que cumple los deseos).

Como mencionamos anteriormente, el chakra muladhara es el lugar de encuentro de los tres nadis principales y se denomina yukta triveni (yukta, "compromiso", triveni, "encuentro de las tres corrientes"). Parten de muladhara, alternando en cada chakra hasta que llegan al chkra ajna, donde vuelven a encontrarse, formando un nudo suave con sushumna. Aquí, el encuentro de las tres corrientes de denomina muktra triveni (mukta, "liberado"). Como el sexto chakra (chakra ajna) está más allá de los elementos, el yogui que consigue este nivel con su poder por medio de sushumna queda liberado de las ataduras. Una vez establecido, el yogui mantiene un estado de kevali kumbhaka (capacidad de reducir la respiración). Más allá del nudo del chakra ajna, ida y pingala terminan respectivamente en las ventanillas de la nariz izquierda y derecha, con lo que chitra y vajra actúan como corrientes lunar y solar, y el nadi brahma actúa como el ígneo sushumna tamasika. Los nadis vajra y chitra son las corrientes solar y lunar interiores del sushumna. Son los nadis manovahi, mencionados en el Sushruta Samhita y también por el filósofo budista Vijnanabhikshu. Un yogui asentado en ese chakra se convierte en tattvatita (más allá de los elementos), pero sigue sometido a los cambios del estado de ánimo creados por la predominancia de uno u otro guna (atributo cualidad); todavía no es gunatita (más allá de los atributos). Cuando es gunatita alcanza el nirvikalpa samadhi (llamado también nirbija, o samadhi "sin semilla"), un estado especial de meditación profunda y duradera. 


En el espacio exterior a meru danda (columna vertebral), a la izquierda y la derecha, están los nadis ida y pingala. La sustancia del nadi sushumna, que está en medio, se compone de los canales triples, los gunas. Los nadis vajra y chitra comienzan en un punto que se halla a dos dedos por encima de sushumna.

2. Ida
Ida es el canal izquierdo, portador de corrientes lunares, es de naturaleza femenina y almacén de la energía maternal que produce la vida. Ida es nutridor y purificador y por tanto se le llama también Ganga (Ganges). A veces es representado como el ojo izquierdo. En el svara yoga representa la respiración "izquierda", es decir, la que fluye predominantemente por la ventana izquierda. La izquierda se describe en los tantras como de naturaleza megnética, femenina, visual y emocional. En la práctica del pranayama (respiración yogui), con la excepción del surya bhedana pranayama, la puraka (aspiración) se inicia con la ventana izquierda. Esto excita el nadi ida, pues se origina en el testículo izquierdo y termina en la ventana izquierda. La respiración específica por la ventana izquierda de la nariz excita al nadi ida, y sus agentes químicos nutritivos purificarán la química corporal, lo que es beneficioso para la meditación. El Shiva Svarodaya y el Jnana Svarodaya recomiendan que todas las actividades importantes, especialmente las que dan estabilidad a la vida, se realizan mejor cuando ida está actuando.

En el sistema de svara yoga, los practicantes observan la costumbre de mantener abierta la ventana izquierda de la nariz durante el día para equilibrar la energía solar que se recibe durante las horas diurnas. El nadi ida es sattvika por naturaleza, y manteniéndolo en operación durante el día (que está dominado por la energía rejasika), puede incrementarse el sattva, creando con ello un equilibrio en nuestro interior; así nos volvemos más relajados y mentalmente más despiertos. El nadi ida es el responsable de la recuperación de la energía del cerebro. Ida está situado en el lado izquierdo de meru danda y ha sido identificado erróneamente como la cadena de ganglios nerviosos conectada con las fibras nerviosas que forman la médula simpática. Existe una estrecha similaridad, quizá porque el sistema simpático controla la respiración e influye en ella, y porque la respiración está conectada con las ventanas de la nariz; aunque hay una correlación entre los chakras y las glándulas endócrinas, la definición exacta todavía no ha sido documentada en la medicina occidental. Ida no es ni un nervio ni un cordón simpático, es un nadi manovahi. Diversos conocimientos populares del mundo, y especialmente en la India, afirman que la Luna (en sánscrito chandra) se relaciona con la psique. En el Purusha Sukta se dice "Chandrama manaso jatah", es decir: "La Luna nació de los manas de Virata Purusha (ser supremo)".

En el svara yoga se da el nombre de ida a la "respiración lunar" (la respiración por la ventana izquierda). Los yoguis identifican a ida como un nadi pranavahini, y afirman que es uno de los nadis manovahi más importantes. Prana, con la ayuda de ida, es capaz de fluir por la ventana izquierda de la nariz. Durante el ciclo lunar ascendente (de la Luna nueva a la Luna llena) ida es dominante durante nueve días de los quince, en el momento del amanecer y el atardecer. Hasta ahora no ha sido posible localizar este nadi con los dispositivos técnicos modernos, pero el aspecto pranavahi de ida puede sentirse claramente por los efectos de svara sadhana (según la ciencia de la respiración), y con la práctica del pranayama.

3. Píngala

Pingala es el canal derecho, portador de las corrientes solares, es de naturaleza masculina, y reserva de la energía destructiva. Se le conoce con el nombre de yamuna. A su manera, pingala también es purificador, pero su limpieza se asemeja al fuego. Pingala se representa a veces como el ojo derecho. En el svara yoga, pingala representa la respiración derecha, es decir, la que fluye por la ventana derecha de la nariz. La derecha es de naturaleza eléctrica, masculina, verbal y racional. El nadi pingala vuelve el cuerpo físico más dinámico y eficaz, y es el nadi que proporciona más vitalidad y potencia masculina. El surya bhedana pranayama (la respiración para incrementar el poder solar derecho) se ejercita para incrementar el vigor, la resistencia y la energía solar. El surya bhedana pranayama es una excepción en el campo de la respiración yogui: en este pranayama, la inspiración comienza por la ventana derecha, excitando así el nadi pingala. En el svara yoga se reconoce claramente que el nadi pingala convierte al hombre en "hombre puro", así como ida convierte a la mujer en "mujer pura". La predominancia de la ventana derecha es recomendable para las actividades físicas, trabajos temporales, discusiones, debates y, ciertamente, duelos.

La práctica yogui de mantener abierta por la noche la ventana derecha, cuando la energía solar es menos fuerte, mantiene un equilibrio en un organismo saludable. El mantenimiento de la actividad del nadi ida durante el día, y del nadi pingala por la noche, aumenta la vitalidad y la longevidad. Pingala es de naturaleza rajasika (energética) y el mantenimiento de su actividad durante las horas tamasikas (ociosas) de la noche aumenta la salud general del organismo.

Dicen los yoguis que el Sol está relacionado con los ojos de virata purusha. Según el purusha sukta, "Chakshore suryo ajayatah", es decir, "De los ojos procede el Sol", lo que significa que el Sol nació de los ojos de virata purusha. Los ojos son el vehículo del Sol. Los ojos juzgan. Los ojos y el Sol están relacionados con el intelecto y el cerebro racional. La noche es una época para la fantasía, y la dominancia del aspecto racional del cerebro (predominancia de la ventana derecha de la nariz) por la noche nos impide quemar la energía por medio de fantasías. Los grandes pensadores utilizan la noche para la contemplación. Se dice que cuando es de noche para las gentes del mundo, es de día para los yoguis. Pingala, como ida, es un nadi manovahi y pranavahi. Pingala es más activo durante el ciclo lunar descendente (de la Luna llena a la Luna nueva) y opera durante nueve días de una quincena en el momento del amanecer y el anochecer. El control, mediante la voluntad, de los nadis ida y pingala puede conseguirse con la práctica de svara yoga o las sadhanas (disciplinas) del pranayama. El nadi pingala hace descender la energía desde el centro de combustión del cerebro, en donde la materia (oxígeno y glucosa) se convierte en la energía vital (prana). Diversos textos sobre yoga y ayurveda describen la respiración que tomamos como residente en la región pectoral. Además de esta respiración inspiramos prana, o fuerza vital.


Fuente: "Los Chakras" de Harish Johari 

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