miércoles, 29 de mayo de 2013

HATHA YOGA: EL YOGA FÍSICO - Ramiro Calle

BENEFICIOS DE SU PRÁCTICA 

El Yoga es indiscutible precursor de la ciencia psicosomática, ya que los yoguis descubrieron hace más de cinco mil años que hay una relación muy estrecha entre el cuerpo y la mente, y que lo afecto al organismo físico repercute en el centro psicomental, y viceversa. Mente y cuerpo se influyen recíprocamente, y sólo poniendo condiciones para que aquella y éste operen armónicamente será posible alcanzar el equilibrio psicosomático. Por otro lado, la enfermedad, el dolor físico, la debilidad del cuerpo y sus alteraciones se tornan obstáculos en el trabajo de evolución interior y también dificultan la práctica de la meditación.

El trabajo sobre el cuerpo, efectuado consciente y lúcidamente, basándose en unos requisitos precisos y en unas técnicas sistemáticas y acertadas, es un medio muy eficaz para ir obteniendo el control sobre la mente. El yoga que trabaja sobre el cuerpo, pero que, asimismo pretende el control sobre la mente a través del cuerpo, es el yoga físico, o hatha yoga, también denominado yoga psicofiológico, y que armoniza en el organismo las energías positivas y negativas, así como las funciones y ritmos vitales. Es un yoga realmente importante y beneficioso, con implicaciones no solo fisiológicas, sino también psicomentales. Es una fuente de salud y bienestar, también colabora en el progreso interior y es un excelente coadyuvante para la práctica del Raja Yoga (yoga mental) y la meditación.

El hatha yoga, o yoga psicofisiológico, alcanza al cuerpo y a sus funciones, pero también influye sobre el cuerpo vital o energético. Sus técnicas hacen posible un mejor aprovechamiento de todas las energías, que, además, son armonizadas, reguladas, incrementadas y sabiamente equilibradas. El cuerpo físico y el energético se someten a un minucioso entrenamiento. Hay técnicas para eliminar las impurezas del cuerpo, para mejorar las diversas funciones orgánicas,  para equilibrar el sistema glandular, para combatir las fluctuaciones mentales y para despejar los canales energéticos. Hay un conjunto de eficaces procedimientos tendentes al desarrollo armónico de todos los elementos constitutivos del ser humano. Tales procedimientos han sido verificados durante milenios y no hay nada de gratuito en los mismos. Son de una sabiduría y una efectividad excepcionales.

La práctica asidua del hatha yoga, o yoga físico, armoniza la voluntad, moviliza las energías aletargadas y robustece a la persona tanto física como mentalmente. El individuo aprende a tomar conciencia de su propio cuerpo, experimentando directamente su corporeidad y desarrollando así la atención a través de las técnicas que propone esta modalidad de yoga. El cuerpo deviene así soporte de concentración, y el practicante va coordinando armónicamente el cuerpo y el centro mental.

Las técnicas del yoga físico influyen favorablemente sobre:

  1. El cuerpo: Músculos, vísceras, nervios, glándulas, aparato respiratorio, sistema digestivo, sistema circulatorio, etc. Se reseña incluso una influencia sobre las células. El hatha yogui puede llegar a obtener un gran dominio sobre su propio cuerpo y funciones. Con instrumental científico muy moderno se ha verificado hasta que punto algunos expertos hatha yoguis han sido capaces de influir notoriamente sobre la respiración, el pulso, el corazón, los órganos y los movimientos intestinales. Científicos cualificados han investigado a yoguis capaces de restringir la respiración hasta límites sorprendentes. Los han investigado conectándoles electrodos e introduciéndolos en cámaras con aire limitado. Se han utilizado polígrafos, electroencefalogramas, electrocardiogramas, y demás. También hay yoguis que, apoyándose en las técnicas del yoga físico, pueden absorber líquidos por el recto y la uretra y limpiar así estas zonas. Son métodos de higienización muy antiguos en la tradición del yoga físico.
  2. El caracter: Las técnicas del yoga físico exigen gran atención, voluntad, disciplina y rigor, lo que estabiliza y fortalece el caracter.
  3. La mente y sus facultades: A través de la práctica del yoga físico no solamente se favorece la fisiología, sino que ejerce un control sobre las energías y la mente. La aplicación de la atención mental es imprescindible. Toda técnica exige una absoluta concentración. De ese modo, la práctica del hatha yoga fortalece la la mente y potencia sus facultades. Además, el equilibrio del cuero colabora eficazmente en la estabilización de la mente y favorece su desarrollo. la toma de consciencia del organismo activa la atención mental pura.
Por tanto, la práctica asidua del hatha yoga hace un cuerpo más saludable y resistente, favorece el intercambio de energías, amplía la capacidad de concentración, disciplina el carácter y favorece la integración psicosomática. El hatha yoga es un método de bienestar total y una medicina natural de primerísima importancia.

titthibasana


TÉCNICAS DEL YOGA FÍSICO

Las técnicas psicofísicas de las que se sirve el yoga físico son:

- Los asanas, o posturas físicas.
- El pranayama, o técnicas de control respiratorio.
- Los satkarmas o métodos de higienización.
- Los mudras y bandhas, o prácticas de acción muscular y control energético. 

ASANAS, O POSTURAS FÍSICAS 

Los asanas son diversas posturas del cuerpo que, atendiendo a específicos requisitos, influyen muy favorablemente sobre el cuerpo y todas sus funciones, reeducando también la mente y el carácter. Hay un gran número de asanas, pero una veintena de ellos son los realmente fundamentales.
Los asanas, o posturas, son designados con nombres de animales, héroes, plantas, sabios o divinidades. Tienden a estabilizar la mente, estimular superiores estados de consciencia y desarrollar la atención.
Los asanas son unas técnicas fundamentales del hatha yoga. Exigen un triple control:


  1. Sobre el cuerpo , mediante movimientos lentos al hacer y deshacer la postura, y mediante el mantenimiento estático de la misma.
  2. Sobre el cuerpo energético, mediante la regulación de la respiración.
  3. Sobre la mente, mediante la estrecha y lúcida toma de consciencia de todo el organismo, toda sensación, todo movimiento y toda impresión corporal y, también, concentrando la mente en determinadas zonas del cuerpo.

Las posturas o asanas le hacen asumir al cuerpo posiciones que de otro modo jamás adoptaría. Todas ellas trabajan con estiramientos, presiones y masajes. El estiramiento es muy importante porque flexibiliza y alarga el músculo, aumenta la capacidad de resistencia, mejora el riego sanguíneo, desbloquea e induce a la relajación profunda. Mediante los asanas, todo el cuerpo es revitalizado y se evita así su prematuro envejecimiento.
Hay diferentes grupos de asanas:

- De flexión hacia delante de la espina dorsal.
- De flexión hacia atrás.
- De torsión.
- De flexión lateral.
- De inversión.
- De acción sobre las piernas.
- De meditación.

Mediante los asanas se corrigen trastornos de la espina dorsal, que mejora en flexibilidad, resistencia y juventud; se regulan y controlan las energías; se estabiliza la acción cardíaca; se perfecciona el sistema respiratorio y el circulatorio; se previenen trastornos físicos y psicosomáticos; se activa la atención mental y se desarrolla la concentración. Hay asanas para aquietar la mente y pacificar las emociones; asanas para estimular la función cerebral; asanas para prevenir o combatir enfermedades; asanas para calmar el sistema nervioso. Todos los asanas van eliminando bloqueos y tensiones y facilitando una relajación muy profunda. Los asanas equilibran el funcionamiento glandular, dotan de flexibilidad a todo el cuerpo, tonifican músculos y nervios, abastecen de sangre las diferentes áreas del organismo, ejercen masaje sobre toda las vísceras, unifican la unidad psicosomática y combaten la agitación psicomental. Resultan excepcionales para combatir el estrés, la ansiedad, la psicastenia y distintos tipos de depresión. Previenen, todos ellos, contra la hipertensión y los trastornos coronarios. Pueden ser efectuados por todo tipo de personas, incluso la más ancianas.

Los requisitos que deben observarse en la ejecución de todo asana son los siguientes:

- La postura debe hacerse y deshacerse con lentitud, evitando movimientos bruscos o precipitados.
- El practicante lleva la postura hasta su límite razonable y la mantiene el tiempo indicado. Si no le es posible mantenerla el tiempo indicado, deshace la postura y se relaja.
- Durante la postura es preferible realizar una respiración pausada y por la nariz.
- La mente debe estar muy atenta y perceptiva. Hay que evitar las divagaciones mentales y experimentar el cuerpo con atención y ecuanimidad. 
- Deben efectuarse esfuerzos progresivos, pero jamás excesivos. Las personas mayores o con trastornos orgánicos deben extremar este requisito, pero, además, deben consultar previamente con su médico.

Si la persona lleva la postura hasta su límite razonable, ésta ya desencadena todos sus beneficios.
Según el tiempo de que se disponga, una sesión de asanas puede durar de veinte a treinta minutos o más. Pueden incorporarse asanas de los diferentes grupos. Los programas admiten innumerables combinaciones, Durante los primeros meses de práctica es mejor incidir en los asanas más básicos y fundamentales. Deben ejecutarse los asanas en una habitación lo más silenciosa posible utilizando para llevarlos a cabo una superficie ni demasiado dura ni demasiado blanda, como una esterilla, una alfombra, o una manta doblada. Hay que servirse de prendas cómodas y tener, preferiblemente, el estómago vacío. Es igual ejecutar la sesión a una u otra hora del día. pero lo importante es practicar con asiduidad y respetar estrictamente los requisitos indicados.

PRANAYAMA, O TÉCNICAS DE CONTROL RESPIRATORIO 

Para los yoguis, prana es el principio vital universal vital que todo lo anima, penetra y alienta y que hace, pues, posible toda forma de vida. Es la energía vital que permite todas las funciones orgánicas y psicomentales. Las cinco fuentes de prana o energía básica son:

- La respiración.
- La alimentación.
- El descanso y la relajación.
- El sueño.
- Las impresiones mentales positivas. 

El prana se polariza en el ser humano en energía positiva y energía negativa. La primera de ellas fluye por la fosa nasal derecha y la segunda por la izquierda. Las técnicas yóguicas de control respiratorio tienden a equilibrarlas perfectamente. Se considera que todo el cuerpo es un depósito de energía. El control sobre prana hace posible una mejor salud física y un mayor equilibrio psicomental. Las técnicas de control respiratorio se denominan pranayama, o dominio del prana. Este grupo de técnicas es fundamental en el yoga físico. Representa la regulación consciente y rítmica de la respiración, donde juega un papel muy destacado la retención del aliento.
El ejercitamiento del pranayama provoca los siguientes beneficios:

- Purifica y despeja los canales de energía.
- Incrementa las reservas energéticas.
- Ejerce masaje cardíaco.
- Activa la circulación sanguínea.
- Favorece el control sobre el sistema nervioso.
- Aumenta la capacidad de resistencia del organismo.
- Previene contra enfermedades del aparato respiratorio.
- Favorece el funcionamiento cerebral.
- Facilita la introversión de la mente.
- Pacifica las emociones.
- Aumenta la capacidad de concentración.
- Purifica la mente.

Debe evitarse cualquier esfuerzo en las técnicas de control respiratorio. Paulatinamente, el practicante, mediante su asiduo ejercitamiento, irá logrando imponerse la respiración yóguica seleccionada.

SHATKARMAS, MUDRAS Y BANDHAS

Los shatkarmas son técnicas de limpieza e higienización, mediante las cuales se obtiene una óptima purificación del colon, los intestinos, la garganta, las fosas nasales y otras zonas y órganos del cuerpo. Los mudras y bandhas, por su parte, son técnicas de control y acción muscular, así como de activación de determinados puntos energéticos y centros de energía.

Fuente: "Salud física y mental a través del Yoga" - Ramiro Calle

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