miércoles, 25 de junio de 2014

EL SISTEMA YOGA por Swami Krishnananda - part 5

ASANA O POSTURA

 Krishnananda
Asana es el tercer escalón en la escalera de la práctica del yoga. Si los yamas y niyamas son los fundamentos del yoga, asana puede considerarse como el umbral. ‘Asana’ literalmente significa asiento. Aquí, ‘asiento’ no significa un cojín o cosa similar que se pone sobre el piso. Asana es una posición del cuerpo o la postura que este asume al comienzo de la práctica. Se llama ‘asiento’, porque es una postura sentado y no de pie. Aunque existen muchas posturas, tales como Shira, etc., solo hay un grupo de posturas que pueden ser tomadas como ayuda en meditación. Una postura sentada es asana, porque estar de pie y meditar puede conducir a una caída del cuerpo, y yacer acostado puede conducir a dormirse. La postura sentada, por tanto, es más conducente a la concentración de la mente. Que haya muchos otros asanas como sirsha, sarvanga, etc., no debe disuadirnos de escoger un asana de meditación. El Hatha Yoga prescribe variadas posturas para diferentes propósitos. Esas asanas del Hatha Yoga están emparejadas con ciertas otras prácticas llamadas bandhas, mudras y kiryas, además del pranayana. Mientras que asana es una postura, bandha es un seguro de los miembros del cuerpo, que se propone dirigir el prana por un canal particular, concentrándolo en un lugar dado. Mudra es un símbolo. También significa un cierre o fijación de los miembros del cuerpo. Los dos tipos de mudras son aquellos que cierran el prana y los que significan un símbolo mediante un gesto. Kriya es un proceso de purificación de tal forma que el cuerpo esté listo para las asanas y las otras prácticas. El propósito es hacer al cuerpo saludable y, en lo posible, libre de inercia. Los principales kriyas en Hatha Yoga son: neti o limpieza de las fosas nasales; basti o limpieza del colon; dhauti o limpieza del estómago; nauli o agitación del abdomen; trataka o entrenamiento de los ojos mediante concentración, y, kapalabhati o purificar el cerebro y el cráneo. El cuerpo físico se caracteriza por inactividad, letargo, etc., lo cual da como resultado pereza y sueño, condición en la cual la meditación no puede sobrevenir. Los bandhas, etc., liberan el cuerpo de tamas, lo hacen flexible, fácilmente adaptable y saludable. Este es el efecto general producido por las asanas, bandhas y mudras. Son los ejercicios preliminares, y el Hatha Yoga es preparación para el Raja Yoga. En tanto que hay muchas asanas en Hatha Yoga, en Raja Yoga hay muy pocas, y finalmente una sola asana. Esa asana final se denomina dhyana-asana o postura meditativa.

¿Cómo ayuda la asana en meditación? En relación con esto debe traerse a la mente la relación entre el individuo y el universal. Hay una unión orgánica entre el individuo y su medioambiente, y el propósito del yoga es despertar a la conciencia de esa armonía inherente. Esto se debe efectuar en etapas sucesivas. Cualquier cosa que uno sea y cualquier cosa que uno tenga, debe sintonizarse con el universal. En últimas, esto es yoga. La condición del yoga es cuando la individualidad personal se ajusta con el ser universal. El individuo comienza con el cuerpo, pero hay muchas cosas dentro del cuerpo, tal como las hay en el cosmos físico. Hay prana, sentidos, mente, intelecto, etc., encerrados en el cuerpo. Todas estas cosas deben unirse gradualmente con el universal. La mente no puede sintonizarse cuando el cuerpo está sublevado. El yoga requiere que todo en la personalidad se una con el universal. Asana es el paso inicial en yoga, donde la estructura corporal se pone en armonía con el cosmos. Cuando un individuo piensa en términos del ego, el
cual es auto afirmación, con una actitud egoísta hacia las cosas del mundo, hay falta de armonía interna. Entre más generoso sea uno, más concuerda con la realidad, y entre más egoísta sea, más discordancia hay en la vida. El yoga es un proceso sistematizado para establecer amistad permanente con la Naturaleza en todos sus niveles –físico, vital, mental, intelectual y espiritual-. Es amor y amistad, y no enemistad.
Esto es yoga. El sistema yoga es una ciencia exacta que toma en consideración cada aspecto de la vida, en un lento proceso de desenvolvimiento. La manifestación más baja es la personalidad física o corporal.

La asana debe ser firme y cómoda. Debe ser constante y no causar molestia alguna. No debe hacer consciente al estudiante del cuerpo mediante tirantez, tensión, etc. Debe ser una postura normal en la cual pueda sentarse por largo tiempo. El yoga prescribe ciertos requerimientos mínimos en asana, aunque se deja gran libertad cuando se dice que sea firme y cómoda. Dentro de los límites de lo establecido, uno debe tener libertad en asana. ¿Cuáles son los límites? Las extremidades del cuerpo deben estar cerradas, y la cabeza, cuello y columna, deben estar rectos. Las extremidades son los dedos de las manos y los pies. Si se dejan expuestas, la corriente eléctrica generada en meditación puede escaparse al espacio. Tampoco debe uno sentarse en el suelo, puesto que la tierra es conductora de electricidad, y la energía puede perderse de nuevo. Se prescribe un material no conductor de electricidad para poner en el suelo. En épocas antiguas se
usaba una esterilla de pasto seco, llamada kusa asana, por encima de la cual se ponían una piel de venado y un paño, ambos no conductores de electricidad. El Gita prescribe que el asiento no debe ser ni muy alto ni muy bajo. El estudiante puede caer si el asiento es demasiado alto, y si es demasiado bajo, existe la probabilidad de que lleguen al asiento insectos y reptiles. La columna, igual, debe mantenerse recta. Debe
estar a ángulo recto de la base. Uno no debe recostarse sobre ningún soporte o inclinarse hacia delante. La razón es que si la columna está recta, los nervios están relajados y ninguna parte del cuerpo ejerce influencia sobre otra. El flujo del prana a través de los nervios es parejo. Si el cuerpo está torcido, el prana tiene que esforzarse para fluir a través de los miembros. Cuando todo el sistema está en un estado de relajación, hay un movimiento de energía libre por el cuerpo.

Aparte de la columna recta y las extremidades cerradas, las piernas deben estar dobladas en tres o cuatro formas. Existen el padma-asana, siddha-asana, svastika-asana y sukha-asana. Uno puede escoger alguna de estas posiciones para meditación. El propósito de un asana fijo, es permitir a la mente olvidar poco a poco que existe un cuerpo. De alguna manera el cuerpo atraerá la atención. Pero en meditación, la mente no puede permitirse estar consciente del cuerpo. El estudiante gradualmente pierde la sensación de los miembros. Olvida que está sentado, que tiene un cuerpo o los miembros de este. El primer signo de práctica exitosa en asana es una sensación de levitación. El cuerpo se siente tan liviano, que parece a punto de elevarse. Esta sensación llega cuando la postura es completamente fija. Esa es la prueba. Se comenzará a sentir una sensación como de hormigas caminando por el cuerpo. Esto demostrará la preparación del
estudiante para elevarse por encima de la conciencia corporal. Junto con estas sensaciones, el estudiante sentirá una satisfacción, una felicidad, un deleite que aparece debido a la ligereza del cuerpo en asana. Si uno permanece así por dos o tres horas, no puede sentir nada, ni siquiera cuando alguien toque su cuerpo. El prana es tan armonioso, que no crea sensación en el cuerpo. Es la inarmonía la que crea la sensación de las cosas. Cuando se alcanza la armonía más elevada, no habrá sensación externa. Con las extremidades cerradas, con los dedos de una mano encima de la otra o cerrados, con la columna recta, de tal manera que la cabeza, el cuello y la columna estén alineados y formando ángulo recto con la base del cuerpo, el asana es perfecto.

El asana debe ser natural. No debe haber esfuerzo ni en el cuerpo ni en la mente. Absoluta facilidad de relajación es el signo del asana perfecto. El estudiante debe estar en la condición más natural, en la cual no esté consciente ni siquiera de su respiración. Si hay dolor, agitación o sensación de picazón, significa que el asana no está propiamente efectuado. Hay un consejo dado por Patanjali para acelerar la fijación de la postura: ‘atención sobre el infinito’. No se encuentra firmeza en el mundo. Solo hay fluctuación y cosas pasajeras por todas partes. Lo estable es desconocido, pues todo es movimiento en el mundo. Solo hay una cosa fija: el Infinito. Todo lo finito se mueve y cambia. Si el estudiante puede concentrar su mente en el infinito, se imbuirán en él ciertas cualidades de este, siendo la primera, la fijeza.

Aquí la concentración no es para pensar algo en particular, sino todas las cosas a la vez. Aunque nadie puede pensar en el Infinito tal como es, uno puede pensar todo en el sentido de inclusión de todo lo que viene a la mente. Ese es el infinito psicológico. El infinito imaginado en la mente ayuda al estudiante a fijarse en un asana y a estabilizar sus emociones. Contemplación del infinito es, entonces, un medio de perfección en el asana.

Cuando se alcanza este control corporal, se llega a una liberación de los ataques de lo que se conoce como ‘pares de opuestos’, tales como calor y frío, hambre y sed, alegría y tristeza, etc. Todo lo que crea tensión en el sistema de la persona, se debe a los pares de opuestos. Estos se superan por una práctica perfeccionada de asana. Los pares de opuestos se activan en nuestro sistema cuando el prana está alterado. La alteración del prana causa hambre y sed. Cuando el prana está suspendido, hay una reducción del sentimiento de los pares de opuestos. El prana se calma no solo por la práctica del pranayama, sino también por la asana. Cuando el cuerpo permanece en estado de equilibrio, el prana también tiende a estar en armonía, así como la mente se vuelve tranquila cuando las sensaciones se armonizan. Las sensaciones distractoras desarmonizan los pensamientos. Lo que los sentidos son a la mente, el cuerpo lo es al prana.
Como las sensaciones armónicas crean armoniosos pensamientos, el cuerpo armonizado, armoniza el prana.
Siempre hay una conexión entre lo externo y lo interno.

También se nos pide en meditación estar vueltos hacia el Este o el Norte, por ciertas corrientes magnéticas desde esas direcciones, debidas a la salida del sol y al efecto del Polo Norte. También, el lugar seleccionado debe estar libre de ruidos distractores, de mosquitos y zancudos, etc., así como del chillido de las aves, y similares. Es deseable un clima templado (lo que significa que no debe uno no debe entregarse a la práctica cuando hace mucho calor o mucho frío, a causa de la posibilidad de aumento de la conciencia corporal. Cuando el estudiante está sentado en asana, con un flujo armonioso del prana a través de los canales-nervios, ya ha entrado por las puertas de la meditación. La asana tiene una importancia espiritual. Aquí uno llama a la puerta del palacio de lo inmortal. Mientras que en yama y niyama uno está en preparación, en asana se ha llegado a las puertas de la Realidad, aunque todavía no están abiertas. El alma está aquí lista para encontrarse con el Soberano del universo. Ese es el primer paso en el verdadero yoga.

Cuando se supone que uno ha dominado la asana (asana–jaya), el yoga prescribe al menos tres horas diarias de práctica en una postura fija. El cuerpo es el vehículo de los nervios, los nervios son los canales del prana, el prana es una expresión de la mente y, al final, es la mente la que practica meditación. Este largo vínculo existe y, así, en el momento en que se asume una postura armoniosa, la mente recibe por lo tanto una indicación. Al mismo tiempo el cuerpo está tranquilo en su proceso metabólico, y el hambre y la sed se reducen. Las fuerzas de hambre y sed son síntomas de agitación del prana, y cuando éste está en armonía, la
agitación llegará a un punto mínimo. Por esta razón, el hambre y la sed del estudiante están reducidas al mínimo.
Las células del cuerpo encuentran más tiempo para construirse ellas mismas, en lugar de perder energía, y
progresar, mediante emociones apacibles. Aun las emociones pueden someterse mediante la asana, porque aquí uno inhala y exhala calmadamente, y así la actividad celular del cuerpo baja, los canales-nervios se abren por el flujo rítmico del prana, y el ritmo se instala en todas partes. Yoga es ritmo.
Por tanto, la asana es el comienzo del yoga, donde uno comienza a relacionarse con el orden cósmico.

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