domingo, 29 de junio de 2014

SADHANA JAPA - Swami Krishnananda

El mundo de la experiencia puede decirse que está constituido de tres factores importantes: Pensamiento, Nombre y Forma. Estos tres están internamente conectados el uno con el otro. Esta relación de Pensamiento, Nombre y Forma, se toma en cuenta en un muy importante aspecto de la práctica espiritual o Sadhana, conocida como Japa-Yoga.

Este es un término con el cual ustedes están familiarizados: el yoga de japa. En el Bhagavadgita, el Señor se ha referido a este aspecto de práctica espiritual, como tal vez el mejor entre todos los métodos conocidos para aproximarse a Dios: yajnanam japayajnosmi: “De todos los sacrificios, sadhanas, austeridades o formas de tapas, yo estoy representado por japa”, dice el Señor Krishna. Japa es tenido como el método más eficaz de práctica espiritual, puesto que está íntimamente ligado con las realidades inmediatas de la vida inteligibles a nuestro entendimiento, y al mismo tiempo está íntimamente conectado mediante un hilo secreto a la última meta del yoga. Los términos ‘nombre’ y ‘forma’ a que nos hemos referido, significan mucho más de lo que pensamos. El ‘nombre’ no es meramente un epíteto o apelativo que casualmente adherimos a una forma física.

En nuestros días estamos acostumbrados a poner cualquier nombre a la forma, de acuerdo con nuestro capricho, sin tomar en consideración la relación que hay entre nombre y forma. En épocas pasadas, principalmente en nuestro país, poner el nombre a una forma particular se basaba en un hecho científico bien establecido. El nombre representa una forma y la forma es simbolizada o indicada por el nombre. En un famoso sistema de pensamiento espiritual conocido como tantra o agama, se nos indica que la expresión de un nombre particular, automáticamente proyecta una forma particular. Esta forma usualmente es conocida en los Agama Sastras, como yantra. El yantra no es solamente un dibujo geométrico o una formación, sino la forma que un nombre toma cuando se manifiesta a través de la expresión. Por esta razón, el nombre y la forma están íntimamente relacionados el uno con el otro. Y no solo eso, el nombre y la forma están relacionados con el pensamiento que subyace a la expresión del nombre y la forma.

Podemos tomar cualquier nombre, por ejemplo, “árbol”. 
“Árbol” es un nombre; un sonido-símbolo que se supone indica o señala una forma que conocemos como la existencia física del objeto conocido como árbol. Ustedes saben muy bien cómo la expresión del nombre “árbol”, evoca la idea correspondiente en la mente. Idea-Nombre-Forma, parece que surgen a un mismo tiempo en la conciencia, de tal manera que la una no se distingue de la otra. La percepción de un objeto puede evocar la idea de su nombre; así mismo en el momento en que se pronuncia un nombre, se evoca la idea del objeto y su forma. Aún un pensamiento o una mera idea, puede manifestarse como la forma junto con el nombre que la simboliza.

Ahora, en Sadhana, que en el presente contexto quiere decir práctica espiritual, ese secreto de la naturaleza debe mantenerse en mente. Por cuanto todo nombre está relacionado correspondientemente a una forma, y el mundo está hecho de formas y nada más que formas, se requiere que evoquemos en nuestras mentes esa sola forma particular, que hará nacer en nosotros la forma particular de la Realidad o grado de Verdad, que es más alto que aquel en el que estamos ubicados al presente, de tal manera que podamos elevarnos de un grado de verdad a otro, en sus cada vez más elevadas y progresivas formas de manifestación, hasta que encontremos la forma más elevada, la última expresión de la Verdad que conocemos como Dios, Ishvara. Las Escrituras dicen que así como podemos evocar una forma particular en nuestra conciencia al pronunciar su nombre, así mismo podemos evocar en nuestra conciencia la forma de Dios, el Ser Supremo, por la recitación de Su Nombre, el cual es la expresión sagrada de la forma última de la Realidad o Existencia, Dios Supremo.

En uno de los aforismos o Sutras, de un famoso sistema de práctica espiritual conocido como Raja-Yoga, su autor, Patanjali Maharshi, nos dice en una críptica expresión, tajjapastadartha-bhavanam, con la cual define Japa. ¿Qué quiere decir Japa Sadhana? La contemplación de un significado implicado en una expresión simbólica; la pronunciación de un Nombre, eso es Japa. De tal manera que Japa, al menos de acuerdo con esta definición de Patanjali, no es meramente la recitación mecánica de un nombre o una fórmula, sino que también incluye una contemplación simultánea sobre su significado; aunque muchos expertos en esta forma de yoga nos aseguran que aún una repetición mecánica del Nombre tiene su efecto benéfico. Hay medicinas que cumplen el efecto requerido así ustedes no conozcan la medicina que están tomando, no obstante el hecho de que un conocimiento de la composición de la medicina les puede ayudar a crear la atmósfera psicológica necesaria, de tal forma que el efecto se acelere. A sabiendas o no, el nombre del Señor puede usarse, así no sepan el significado del nombre, así puedan apreciar la implicación del nombre o no.

El Nombre de Dios se compara con el fuego, el cual puede ser tocado sabiendo que quemará o ignorándolo, pero igual producirá su efecto. Similarmente, esta potencia del Nombre de Dios tiene su acción sobre todo nuestro sistema, tanto corporal como psicológico, de tal manera que nos purifica. El proceso de purificación es aquella acción que sucede en nosotros, que transforma la cruda forma de pensar engendrada por rajas y tamas, y las convierte en sattvaguna.

 aritsta: S. Rajam

En consecuencia, la recitación de un mantra acelera el proceso de la revelación de sattva en nosotros, transformando rajas y tamas. No es destrucción, sino una completa transformación de rajas y tamas. Inercia, distracción y equilibrio, son lo que se denomina tamas, rajas y sattva.

De hecho, estas tres cualidades o propiedades no son algún objeto extraño que ha entrado en nuestro sistema, como una espina que entrara en nuestro pie, sino que son formas de la misma mente. Las Gunas de Prakriti, conocidas como sattva, rajas y tamas, no están fuera de la mente, como si fuera el polvo que se adhiere a un espejo, que es diferente del espejo y que se puede limpiar; no así sucede con la transformación de rajas y tamas en sattva. La mente misma es la sustancia a partir de la cual estas gunas de prakriti se manifiestan. ¿Cuál es la relación entre la mente y las tres Gunas, sattva, rajas y tamas? La cualidad de una sustancia generalmente se distingue de la sustancia. El color rojo de una rosa es diferente a la rosa en sí misma. No decimos que “lo rojo” es la rosa. La rosa es la sustancia a la cual el carácter o cualidad de lo rojo es inherente. Pero este no es el caso con la mente en su relación con las gunas. Las gunas de prakriti, las cualidades de sattva, rajas y tamas, en relación con la mente están relacionadas con la mente como las hebras de una cuerda están relacionadas con la cuerda. Ustedes conocen las hebras de una cuerda. Varias hebras delgadas forman una hebra más gruesa (la cuerda), y las hebras delgadas no están por fuera de la gruesa, sino que ellas mismas forman la cuerda. No tenemos una cuerda diferente de las hebras, aunque usemos dos palabras distintas para nombrarlas: hebra y cuerda. Vemos que es solamente una forma de nombrar dos circunstancias diferentes de una misma sustancia. Las hebras son la cuerda y la cuerda son las hebras, aunque cuando compremos la cuerda no pedimos que nos vendan hebras. Sin embargo, ellas son real y sustancialmente una misma cosa. De igual manera, la mente son las gunas y las gunas en sí mismas constituyen la mente.

Entonces, en la transformación que sucede de rajas y tamas a sattva, lo que sucede es una reconstitución interna de los elementos de la mente en un nuevo estado o circunstancias conocidas como sattva. Pudiera decirse que es como la transformación de los elementos de la leche en otra sustancia conocida como requesón, aunque la analogía no es del todo apropiada. La cito solo para resaltar que los elementos son íntimamente reformados y no interviene ningún elemento exterior. Nosotros mismos nos convertimos en otra cosa en este proceso de transformación.

El principio de Dios no está fuera de nuestra naturaleza. El Ser Supremo, a quien invocamos mediante el mantra japa, no está desconectado de nuestro interior. No estamos importando a Dios del exterior, como si fuera un elemento externo a nuestra naturaleza. Dios no viene a nosotros desde el séptimo cielo. El elemento de Dios, el principio de Realidad, se manifiesta desde el fondo de nosotros mismos.

Esto se ve claro cuando contemplamos el hecho de la Inmanencia de Dios, como lo proclaman nuestras Escrituras.
Dios no solo trasciende nuestra naturaleza, sino que también es inmanente en nosotros, lo que equivale a decir que la naturaleza de Dios no solo es superior a nuestra naturaleza básica de rajas y tamas, lo cual es Su trascendencia, sino también que el principio de Dios está presente, aunque escondido, y penetra secretamente nuestra personalidad, nuestra mente, nuestro intelecto, nuestro mismo Atman. De hecho, el Atman en nosotros es el Brahman del cosmos. Es lo que los antiguos han declarado. El Ser es el Absoluto. Lo interno es a la vez lo Universal.

La invocación de ishvara-shakti mediante mantra japa, no es un intento por traer una fase de realidad más alta desde afuera hacia nuestro interior, sino una manifestación de lo que está en nosotros en un grado mayor de expresión.

De tal manera que jugamos un papel muy importante en la práctica de japa. Nosotros, como sadhakas, buscadores, somos un elemento tan importante en la práctica del japa sadhana, como el principio de Dios, la Divinidad, y la constitución de las letras del mantra. De hecho, japa involucra tres elementos importantes o shaktis, o poderes, es decir, mantra-shakti, devata-shakti y sadhana-shakti. El sadhana-shakti es el poder que está en nosotros; el mantra-shakti es el poder escondido en la combinación peculiar o yuxtaposición de las letras de la fórmula; y el devata-shakti es, de nuevo, el poder de la inmanencia de un principio más alto en el mantra.

Ahora tenemos que tomar en consideración estos tres aspectos cuando hacemos japa sadhana, de tal forma que se convierta en una práctica espiritual completa por sí misma. 
Japa es un sadhana completo que no necesita ninguna adición externa para hacerlo más completo.
Tajjapastadarthabhavanam, para repetir lo que Patanjali nos dijo. El nombre de Dios es un poco diferente de los nombres ordinarios conectados con objetos del mundo. No es como nombrar un árbol o una vaca que está pastando. Mientras que los nombres temporales que adherimos a objetos físicos particulares, hacen surgir en nuestra mente la forma de ese objeto particular, que por convención está relacionado con el nombre, el Nombre de Dios hace surgir en nuestra mente la idea no solo de un objeto aislado, o del alguna cosa o evento temporal, sino que invoca en nuestra mente la noción o concepto de una realidad más amplia de la que estamos acostumbrados a concebir en nuestras mentes en términos de relaciones terrestres.

El nombre de Dios, especialmente cuando nos es dado en la forma conocida como un mantra, es un poder en sí mismo.
Tiene su propio Shakti y es la razón por la cual los bhaktas, sabios y santos, nos han dicho que aún una mera repetición del Nombre de Dios tiene la capacidad de producir un efecto en sí misma, aunque ustedes no estén realmente meditando, aunque ustedes puedan no estar en una posición de contemplar el real significado escondido tras el mantra. El mantra-shakti, o el poder del mantra, surge de acuerdo con el hecho hermosa y científicamente descrito en una ciencia conocida como mantra-shastra, la cual es como la química para nuestra vida ordinaria. Los elementos químicos actúan y reaccionan unos sobre otros. Ustedes conocen, por ejemplo, la acción entre un ácido y un alcalino. Diferentes combinaciones químicas, se supone que producen diferentes efectos. Algunas veces la reacción química es tal, que puede producir tremendos efectos. Los mantras producen un efecto similar a la reacción química, a causa de la peculiar combinación de las letras. El mantra-shastra nos enseña que cada letra del alfabeto es una forma condensada de energía.

Los sonidos realmente son energía manifiesta. El sonido no es meramente una forma vacía de manifestación verbal, sino energía que se expresa a sí misma en una forma particular. Y este paquete de energía, esta fuerza que es una letra particular del alfabeto, viene a tener contacto con otro paquete de energía de otra letra, reaccionan una sobre otra, o se funden la una en la otra, de tal manera que la pronunciación de un grupo de letras, lo cual es el mantra, produce, por el sistema de permutación y combinación de las letras, una nueva forma de energía que se infunde en nuestro sistema, puesto que ha emergido de lo más íntimo de nuestro ser, pensamiento y mente. Así quedamos cargados con esta fuerza, como si hubiéramos tocado un cable eléctrico. En terminología tántrica, hay un nombre especial para esta ciencia: gana-shastra. Las palabras son fuerzas, los pensamientos son cosas. No son sonidos vacíos que emitimos al hablar o pronunciar un nombre, o cuando damos expresión a una idea. Por esta razón, de que los pensamientos y las expresiones son poderes por sí mismos, es que las palabras emitidas por los santos surten inmediato efecto. Las palabras que pronuncia un sabio o un santo, no son sonidos vacíos. Son fuerzas que se liberan como bombas atómicas y se pueden manifestar en el mundo físico para que los eventos tengan lugar. Por esta razón, la gente va a donde un Mahatma por Asirvada, o bendiciones. Sus palabras son fuerzas; poder que libera para que surta efecto inmediato o aún remoto, según sea el caso.

La pronunciación de un mantra es la liberación de una energía, no solo dentro de nuestras propias personalidades, sino también en la atmósfera externa de la cual hacemos parte. Japa Sadhana no solo trae transformación a sus personalidades, sino que por simpatía produce efectos en la sociedad de la cual ustedes forman parte. Por esta razón Japa Sadhana es un servicio social. No es solo un sadhana personal íntimamente practicado en la habitación, sino que también es un gran seva que se hace a la humanidad. Alrededor del sadhaka que practica honesta y sinceramente el japa sadhana, se forma un aura. Ustedes purifican no solo sus naturalezas, sino todo su alrededor. Se convierten en una fuente de inspiración para la gente cuando practican el Japa Sadhana con concentración de mente y con verdadera fe en la eficacia de la práctica. El Nombre de Dios es maravilloso.

Es un milagro por sí mismo. “Más cosas de las que el mundo sueña, suceden por plegarias”, dijo el poeta. Las plegarias que ustedes ofrecen a Dios son definitivamente capaces de producir el efecto deseado.
Hace algunos años tuve ocasión de encontrarme con un humilde sadhaka, padre de familia. Era una persona muy honesta, devoto de la oración. Se acercó a comentarme sobre cierta dificultad que tenía durante sus oraciones.
Incidentamlemte mencionó su sadhana. Dijo que su sadhana solo consistía en orar a Dios. “Y con ese sadhana de oraciones, yo trato de hacer un poco de bien a los demás. La gente puede estar muy lejos de mí, por ejemplo en Londres, no importa. Puede que no haya visto jamás a la persona que trato de ayudar, ni saber su nombre”. Entonces pregunté al sadhaka: “Querido amigo: ¿cómo dirije sus pensamientos a un lugar o persona cuyo nombre no conoce?” Él contestó: “Swamiji, por la gracia de Dios he obtenido tanta fe, que el milagro no sucede por la oración de mi pensamiento, sino por un medio que mi oración parece contactar, el cual trabaja en su propia y omnisciente manera”. Estuve muy complacido de ver a este sadhaka, porque había entendido el secreto de la oración y del japa. Lo que actúa no es su fuerza personal o su pensamiento, sino aquello que su pensamiento es capaz de poner en actividad lo cual es omnisciente.
Puedo dar una ilustración para explicar el posible significado de esto. Piensen en una estación de radio. Se canta una canción o se envía un mensaje a través de la estación. El mensaje está en forma de sonidos. Ustedes dicen algo frente al micrófono. Ahora, lo que sucede es que el sonido que ustedes emiten en forma de canción, bhajan, o kirtan, o una conferencia o un discurso, no es enviado directamente al receptor de radio, pues este en su mecanismo interno no está directamente conectado con el sonido que la gente emite en la emisora. Lo que sucede es que el sonido es convertido en energía. Lo que viaja por el espacio o éter, no es el sonido emitido en la estación de radio, sino aquello en que el sonido es transformado. Una forma impersonal de energía que viaja a través del éter tiene un impacto en el radiorreceptor y se re-transforma en el sonido que fue originalmente emitido en el estudio de radio. Lo que hay en medio de la emisora y el receptor de radio, no es sonido. La energía puede ser convertida en sonido por medio del aparato receptor, y el sonido puede ser convertido en energía por medio del aparato emisor. Este es el secreto tanto de la radio como de la televisión, y ese es el secreto de la naturaleza. De esta manera las oraciones pueden hacer milagros. Las oraciones o invocaciones que se hacen mediante mantra sadhana o japa, se convierten en una fuerza impersonal, la cual es el poder de Dios, y el milagro es hecho por Dios mismo. Ustedes dejan de ser el último agente de la acción. Su agencia es solo incidental. Lo que realmente trabaja es algo más alto que ustedes mismos. Así que el crédito finalmente debe ir a Dios. Pareciera que Dios mismo hiciera sadhana por nosotros. ¿Quién puede hacer cosas en el mundo sino Dios? No podemos ni siquiera levantar un dedo sin Su voluntad. Como se dice, ni una hoja se mueve sin la voluntad del Señor. Todo el universo es divino, resplandeciente, magnífico en su gloria y abundancia. Hemos olvidado que somos parte integral de Él. Y en Japa Sadhana, particularmente, tratamos de sintonizar nuestra constitución psicológica con esa estructura omnipresente del cosmos cual es Ishvara-Shakti, o Voluntad Divina en operación. Pueden así apreciar cuan importante es el japa yoga. En el Mahabharata, en el Shanti Parva, se dedica todo un capítulo a esta exposición de japa sadhana. En el Japaka Upakhyaba se lee como un sabio se dedicó a japa por completo, especialmente Gayatri Japa, y pudo evitar la intrusión, inclusive, de los más grandes devatas, como Indra y Yama, y obtuvo moksha solo con el japa. No es de extrañar que Krishna en el Bhagavadgita, se refiera a este sistema de yoga como el mejor: “Yajnanam japayajnosmi”.

Quisiera invitarlos, hermanos y hermanas, a tomar este sadhana sinceramente, de todo corazón, y adherirse a él con tencacidad. Verán como se convierten en personas diferentes. Pequeños milagros comenzarán a suceder alrededor de ustedes. Se sorprenderán de cómo las cosas toman forma sin que sepan qué sucedió. La atmósfera irá cambiando lentamente. Las oraciones son poder; por favor, recuerden esto. Y estos poderes generados por la oración, son impulsados con un poder mayor que el de las bombas.
No sería exageración si digo que ustedes estarán haciendo el mayor servicio a la humanidad, si honestamente ofrecen sus oraciones a Dios desde el fondo de sus corazones. Dios escuchará sus plegarias a través de Sus oídos que todo lo llenan: sarvatah panipadam tat sarvatokshi-siromukham. “En todas partes están sus oídos, en todas partes están sus ojos”.
Él puede ver lo que hacen aún en el más remoto lugar del mundo, y puede escuchar lo que dicen no importa donde estén. Sus plegarias serán escuchadas, y es un servicio que harán a sus propios Atman, el alma, para su salvación. No solo eso, será un gran servicio que hacen a la humanidad misma. Quisiera repetir de nuevo la invitación de que tomen este sadhana honestamente, con fe intensa, y verán manifestarse maravillas y milagros.

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