miércoles, 7 de diciembre de 2016

FISIOLOGÍA DE LAS GUNAS por Srivatsa Ramaswami

"Sattvam laghu prakasham, ishtam upashtambhakam calam ca rajah guru
varanakam eva tamah, pradipavac carthato vrttih".
(Sattva es ligero y luminoso; rajas es estimulante y móvil; tamas es inerte y
ocultador; como las partes de la lámpara que actúan juntas para producir el
fenómeno único de la luz, su acción tiene un fin común.) - Samkhya Karika 13

 Krishnamacharya realizando pranayama
La forma de describir prakriti, el universo o la naturaleza, es a través de la representación de las tres gunas (cualidades) que la constituyen: satva, rajas y tamas. El Samkhya, el Yoga y el Vedanta se suscriben a la visión del Universo según las tres gunas. En la Bhagavad Gita, el Señor describe extensamente la manifestación de las gunas en diferentes evoluciones de la prakriti. Isvarakrishna, en su obra inmortal Samkhya Karika, describe las gunas sucintamente. Satva es ligereza o flotabilidad a nivel físico y claridad o iluminación a nivel mental. Rajas es actividad con agitación e inquietud a nivel mental. Tamas es la sensación de pesadez a nivel físico y sumirse en la oscuridad a nivel mental. Las tres trabajan al unísono como una lámpara de aceite (aceite, mecha y llama).

La Gita describe en detalle las funciones de las Gunas en varios aspectos de la actividad humana. La Gita insta a todo el mundo a hacerse Rajásico si se es Tamásico, y una vez que se es Rajásico llegar a ser Sátvico, para finalmente trascender las Gunas. El sistema del Yoga ayuda a conseguir este objetivo de manera sistemática y secuencial. Según los yoguis, a través de asanas y pranayama se puede controlar Rajas y Tamas, y poco a poco fortalecer el aspecto Sátvico de la personalidad, para así posibilitar la meditación.

Las gunas a nivel fisiológico están relacionadas con el funcionamiento del sistema nervioso. El sistema nervioso está formado por el sistema nervioso central (SNC) y el sistema nervioso autónomo (SNA), que a su vez contiene al sistema nervioso simpático (SNS) y parasimpático (SNP). El predominio de uno de estos sistemas conduce a la preponderancia de una u otra de las Gunas.

El parasimpático, en el cual el nervio vago es una parte muy importante, está asociado con la falta de energía, la flema y el predominio de Kapha dosha y está sustentado por Tamas. La activación alta de este sistema se conoce como vagotonía, que puede llegar a producir algunos desórdenes funcionales. Es una función catabólica. Aunque la vagotonía puede reducirse a través del pranayama, muchas veces nos encontramos con gente con tan poca energía que son incapaces de hacer ningún tipo de yoga. De manera que si Tamas es muy dominante, es necesario incrementar Rajas para que se pueda comenzar a practicar yoga. Tal como el Señor Krishna diría “hazte rajásico si eres tamásico, haciendo algo que permita hacer fluir la energía. ¿Cómo conseguirlo?

Se consigue a través de aumentar el tono del sistema nervioso simpático. Un nivel bajo del SNS y un tono alto del SNP, causa un desequilibrio que lleva a un estado de falta de energía, pereza o Tamas, con consecuencias desastrosas a largo plazo. ¿Cómo mejorar el tono del SNS?
 Krishnamacharya en sirsasana

El yoga propone un método único o karani, llamado sirsasana o postura sobre la cabeza. Si se permanece en sirsasana durante un periodo de tiempo, el líquido céfalo-raquídeo (LCR) se vacía en la periferia del cerebro. En el cerebro hay varios ventrículos o aperturas. En el hueco del tercer ventrículo está la glándula pituitaria. En sirsasana, el LCR llena el este ventrículo y ejerce cierta presión en la glándula, lo que ayuda a que la secreción hormonal se incremente ligeramente. Esta hormona se segrega en el LCR circundante. Y cuando se deshace la postura, la hormona se pone en circulación y estimula la glándula adrenal. La adrenalina excita y estimula al SNS. Lo que ayuda a aportar algo de rajas y energía al practicante. Por lo tanto, si somos personas muy tamásicas, nos faltará la energía y la motivación para practicar pranayama para poder eliminar tamas. Cuando estaba estudiando con Sri Krishnamacharya, solía asistir a mis clases de asana por las tardes después de trabajar. Normalmente estaba cansado, especialmente por el calor y la humedad de Chennai. Si mi profesor me veía cansado, al terminar la oración introductoria, me pedía que permaneciera un tiempo en sirsasana. Este asana suele ser muy relajante para todo el cuerpo, las articulaciones y los músculos cansados. Al terminar sirsasana te sientes relajado, un poco más enérgico y ya puedes practicar los asanas y vinyasas.

Pero también hay quienes tienen un tono alto del SNS o los podemos llamar “Rajásicos” o con predominio de pitta dosha. Tales personas deben usar el exceso de energía, se supone que la práctica de asanas ayuda a reducir o utilizar el excedente de energía.

“Asanena rajo hanti” (asana elimina Raja) dice un Upanishad. Hay otro asana importante que ayuda a reducir el exceso de rajas a través del aumento del tono del SNP, donde el nervio vago es una parte importante. El nervio vago nace en la región occipital del cerebro. Cuando se está en sarvangasana, la parte posterior del cerebro descansa en el suelo, y facilita que el LCR se vacíe en el cuarto ventrículo, que está en la región occipital y así estimular el núcleo del nervio vago.

Por lo que una práctica equilibrada entre sirsasana y sarvangasana proporcionará equilibrio entre el sistema nervioso simpático y parasimpático, lo que a su vez equilibrará la paridad entre la fisiología de Rajas y Tamas.

En definitiva, lo que el yoga requiere es la mejora de satva y así sea la cualidad predominante. El método yóguico para eliminar Tamas e incrementar Sattva es el pranayama. Sattva indica que hay un funcionamiento apropiado del cerebro y del sistema nervioso, en el que Rajas y Tamas están relacionados con el SNS y SNP. Es un método muy ingenioso por parte de los yoguis, para incrementar satva o controlar el sistema nervioso. Normalmente la respiración es autónoma. El SNS actúa durante la inhalación y el SNP durante la exhalación. De manera que la respiración es involuntaria. El sistema nervioso está compuesto por el cerebro y la médula espinal y es el responsable del pensamiento y todas las actividades conscientes, incluida la meditación. En la respiración consciente, que es en lo que consiste el pranayama, la respiración la controla el sistema nervioso central, -hay dos centros nerviosos encargados de la respiración: el voluntario y el involuntario o autónomo. Al practicar pranayama, el yogui es capaz de trabajar con el sistema nervioso central e incrementar el predominio de Satva. Por un lado el pranayama ayuda a reducir tamas y por otro a incrementar satva, como Patanjali afirma “tatah kshiyate prakas avaranam - dharanasu ca yogtata manasah”(De esta forma, con el pranayama, se atenúa el velo que oculta la luz del conocimiento - el pranayama también facilita la concentración - YS II-52,53).

Por lo tanto Tamas, Rajas y Sattva controlan los tres sistemas nerviosos, el parasimpático, el simpático y el central. Los hatha yoguis facilitan los cambios necesarios de las gunas manipulando el tono de los tres sistemas con métodos únicos del yoga: Sarvangasana, Sirsasana y Pranayama.


Fuente: artículo original de Srivatasa Ramaswami, traducido al español por Oscar Montero, discípulo de Ramaswami. Traducción de la sitas en sánscrito adicionadas por el autor de este blog.

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