viernes, 23 de noviembre de 2012

FISIOLOGÍA DE LA MEDITACIÓN

 Swami Rama
Durante la práctica de la meditación se producen importantes modificaciones en algunas funciones fisiológicas y en la actividad cerebral. Para comprender los efectos de la meditación hay que tener en cuenta la naturaleza del cerebro y las características de su funcionamiento.

El cerebro está constituido por millones de células nerviosas llamadas neuronas. Cada neurona está conectada directa o indirectamente con todas las demás, formando una compleja red de interconexiones donde los impulsos nerviosos se transmiten de una a otra, a lo largo de todo el circuito. Los impulsos nerviosos sólo se transmiten si la carga eléctrica de la neurona alcanza determinado nivel. Cuando esto sucede se produce una descarga que da origen a las ondas cerebrales.

Las ondas eléctricas que transmite el cerebro son muy similares a las ondas de radio y pueden ser cuantificadas y medidas mediante el electroencefalograma (registro gráfico de los impulsos eléctricos del cerebro). Los científicos han clasificado las ondas cerebrales en cuatro bandas, que de mayor a menor frecuencia, son las siguientes: beta, alfa, theta y delta. No obstante, esta clasificación de las ondas cerebrales no hay que entenderla en forma rígida, ya que entre las cuatro bandas no existe una frontera exacta y su actividad fluctúa y se interpenetra.

Las ondas cerebrales poseen amplitud y frecuencia, que se miden en ciclos por segundo, y voltaje, que se mide en microvoltios. Las investigaciones científicas han puesto de manifiesto la relación existente entre la frecuencia, el voltaje y la amplitud de las ondas cerebrales con los distintos estados de consciencia.

Describimos a continuación las cuatro bandas de las ondas cerebrales de mayor a menor frecuencia:

ONDAS BETA

Las ondas beta presentan una amplitud baja y una frecuencia alta que oscila entre 13.0 y 30.0 c.p.s. (ciclos por segundo). Se emiten profusamente durante el estado de vigilia, y están relacionadas con el nivel de conciencia externo y la actitud de extroversión. Las ondas beta predominan cuando se realiza algún trabajo físico o mental aunque, si estas tareas son fáciles, también pueden realizarse durante la emisión de ondas alfa. El análisis intelectual y la percepción a través de los cinco sentidos se realiza en el nivel de la actividad beta. La cultura occidental ha favorecido de forma exclusiva el desarrollo de este nivel en detrimento de los demás.

ONDAS ALFA

Las ondas alfa presentan una frecuencia más baja que las beta, oscilando entre 8.0 y 12.0 c.p.s.. Están relacionadas fundamentalmente con la relajación profunda y algunos estados de meditación. Durante la emisión de ondas alfa la mente racional y los sentidos disminuyen su actividad, mientras que parte del potencial latente en el cerebro puede entrar en acción. Algunos de los efectos que produce el predominio de las alfa son: 

  • Experiencia placentera de descanso y ausencia de ansiedad y tensión.
  • Concentración sin esfuerzo.
  • Aumento de la creatividad.
  • En la frecuencia alfa puede captarse información que no es accesible a través de los órganos de la percepción.
  • Existe mayor capacidad y claridad para resolver los propios problemas.
  • Puede influirse sobre las funciones autónomas,como: el ritmo cardíaco, la circulación sanguínea, el umbral del dolor-placer, la función digestiva, la transpiración, la temperatura corporal, la resistencia de la piel, etc.


Al nivel de actividad alfa puede accederse voluntariamente a través de la relajación consciente y de la meditación. Desgraciadamente, es una posibilidad que ha sido desaprovechada durante mucho tiempo, lo que ha ocasionado el empobrecimiento psicológico y mental de muchos seres humanos. El nivel alfa es una dimensión inmensamente rica que toda persona interesada en su crecimiento personal debe explorar y utilizar conscientemente.

ONDAS THETA

Las ondas theta tienen un ritmo más lento que las ondas alfa, oscilando su frecuencia entre 4.0 y 7.0 c.p.s.. Se manifiestan principalmente durante el sueño (con ensueño). Aparecen también en los estados de meditación profunda, intensa creatividad, en los fenómenos de percepción extrasensorial y bajo los efectos de la anestesia.

ONDAS DELTA

Las ondas delta tienen la frecuencia más baja y una amplitud alta. Son extremadamente lentas  oscilando entre 0.5 y 4.0 c.p.s.. Se manifiestan durante el sueño profundo. Si se consigue entrar y permanecer consciente en el nivel delta, se alcanza el estado de turiya (superconsciencia), que es el último peldaño de la meditación, donde desaparecen las barreras entre consciente, subconsciente e inconsciente. La mente opera de forma totalmente integrada.

Las ondas cerebrales tienen también un voltaje o fuerza de la energía que se mide en microvoltios. El número de microvoltios está relacionado con la potencia de la fuerza mental. Los yoguis en estado de meditación registran un número elevado de microvoltios, mientras que en la actividad cerebral ordinaria es muy inferior.

Los cuatro tipos de ondas cerebrales se manifiestan en el individuo de forma automática, según el estado mental en que se encuentre. 
En el individuo común el paso de un tipo de onda cerebral otro sucede mecánicamente, permaneciendo fuera de su control el inducir voluntariamente las ondas de frecuencia más bajas (alfa y theta). Los yoguis bien entrenados acceden a voluntad a los estados alfa y theta, lo que les permite manejar  su mente subconsciente e influir sobre las funciones fisiológicas involuntarias que rige este área de la mente. El yogui, valiéndose de la concentración y la meditación, bucea conscientemente en los niveles alfa y theta. Así descubre y aprovecha las inmensas posibilidades del potencial que yacen en su interior. No obstante, cualquier persona con un entrenamiento suficiente puede inducir progresivamente dichos niveles cerebrales, y desarrollarlos a voluntad.
Como casi todas las cosas en la vida, es cuestión de aprendizaje y práctica.

Las investigaciones científicas realizadas con yoguis y meditadores de todo el mundo, evidencian que durante el estado de meditación predomina una lenta actividad alfa. Si ocasionalmente surge un estado devocional exaltado aparecen las ondas beta. Cuando se alcanza el estado de meditación profunda se manifiestan las ondas theta. Los experimentos científicos realizados sobre el yogui Swami Rama demostraron su gran capacidad para inducir progresivamente las ondas alfa, theta y delta manteniéndose consciente en todo momento. Una vez finalizado el experimento, Swami Rama recordaba perfectamente los comentarios que hicieron los investigadores, mientras su cerebro emitía ondas delta.

Fuente: "Claves del Yoga" - Swami Digambarananda Saraswati 



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