martes, 1 de enero de 2013

LA APLICACIÓN PRÁCTICA DEL ASHTANGA YOGA DE PATANJALI - por Maximiliano A. Pellotta

Para aplicar los ocho pasos del Ashtanga Yoga, descritos por Patanjali en los Yogas Sutras de forma práctica, podemos considerarlos como una serie de vinyasas (movimientos) o krama (secuencia), que nos van llevando en una secuencia progresiva de menor a mayor, hasta alcanzar la meta del Yoga: el estado de plenitud existencial y vínculo con lo Supremo.

Comenzando por Yama y Niyama, modificamos nuestras conductas erróneas, tanto en lo personal como hacia nuestro entorno y semejantes, estableciéndonos en la disciplina y el autocontrol, encaminando nuestra vida hacia una forma más sana, lúcida y amorosa. Estos dos primeros vinyasas son el cimiento de nuestra práctica o Sadhana.

Seguimos por Asana, el tercer anga (paso) o vinyasa (movimiento) para nosotros. Las posturas o asanas tienen por objetivo mantener nuestro cuerpo en óptimas condiciones. Pero no solo nuestro cuerpo, estimulan y rejuvenecen los órganos y dan un inmenso beneficio a los sistemas nervioso, endócrino, circulatorio, etc. También desbloquean la energía atesorada en las corazas somáticas devolviéndonos la armonía. Todo esto hace que nuestro cuerpo se mantenga tan saludable que nos sentimos livianos, y de esta forma podemos ir al siguiente vinyasa: Pranayama.

La respiración vital o Pranayama es el cuarto anga. La finalidad de esta práctica es purificar el cuerpo y la mente. Aprender a controlar y expandir nuestra energía, entrar en contacto con lo sutil. Por medio de ejercicios respiratorios que van de lo simple a lo complejo, pranayama nos provee una inmensa vitalidad. Así, una vez purifacados cuerpo y mente, vamos al siguiente vinyasa.

Pratyahara o cierre de los sentidos. Finalizando la sesión de pranayama, adoptamos Shanmukhi Mudra, mediante este proceso cerramos los sentidos, y sin la intervención de estos buscamos la completa introspección, usando como herramienta el flujo respiratorio. Los sentidos entran en reposo y la mente se aquieta, lo que nos lleva al siguiente vinyasa: Dharana.

Una vez que la mente se abstrae de los estímulos externos se logra la concentracción o dharana, ya sea en la respiración, algún mantra o centro específico del cuerpo. Progresivamente vamos poniendo bajo control la tendencia de la mente a la distracción enfocando la atención hacia el objeto de concentración. Logrando dharana comienza la práctica interna: Antaranga Sadhana.

Los últimos tres vinyasas de nuestra secuencia: Dharana (concentración), Dhyana (meditación) y Samadhi (superconsciencia) se producen en un solo movimiento al que llamamos Samyama.
La perfección y bienestar del cuerpo como resultado de asana, la armonía en el flujo de nuestra energía como resultado de pranayama, la introspección como resultado de pratyahara y la concentración como resultado de dharana, devienen en dhyana. Logramos así estar tan intensamente absortos en la meditación, manteniendo continuo el flujo de la atención y la consciencia hacia el objeto o tema de nuestra meditación, llegando a samadhi, el acceso al plano de la Verdad Absoluta y la realización de nuestra identidad espiritual, el último vinyasa y meta final de nuestra sadhana.

Para finalizar, comparto un comentario de José Antonio Offroy autor del libro "El Yoga de Patanjali los Yoga Sutras": - "En realidad, un yogui avanzado centrado casi exclusivamente en la práctica de las posturas puede integrar perfectamente los ocho pasos del yoga clásico. Así, mientras permanece en cualquier asana: 1. expresa con su cuerpo paz, sinceridad, fuerza, armonía y austeridad (yama). 2. se siente purificado física y mentalmente, se halla contento y disciplinado, investiga cada una de sus sensaciones y mantiene una actitud de abandono y desapego (niyama). 3. se halla relajado, estable y firme, sin esfuerzo, identificado con el infinito (asana). 4. mantiene controlado el flujo respiratorio, en armonía con la postura (pranayama). 5. mantiene los sentidos desapegados de sus sensaciones externas y volcados al interior (pratyahara). 6. esta concentrado en los sutiles detalles de la postura (dharana). 7. mantiene largo tiempo dicha concentración, de tal forma que fluye una corriente de pensamientos similares en torno a la asana (dhyana). 8. se vuelve uno con la asana; pierde su identidad separada y entra en comunión con sus ser mas profundo (samadhi)." 

El Yoga no solo proporciona Samadhana o paz mental, tambien es Sarvanga Sadhana, una práctica beneficiosa para todo el cuerpo, sistemas y órganos internos. El yoga nos da plenitud y felicidad enriqueciendo nuestras vidas.

Autor: Īśvara Purī Dās

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