domingo, 3 de noviembre de 2013

LOS EFECTOS PSICOTERAPEÚTICOS DE LA ASANA Y EL PRANAYAMA - Swami Paramahansa Satyananda

 Satyananda
En la psicoterapia corporal, los gestos, los patrones respiratorios y el lenguaje corporal se observan para determinar el estado emocional y psicológico del paciente.
Una vez se observó que una mujer que se encontraba severamente deprimida, acostumbraba a frotarse la cara con las manos frente a situaciones incómodas, como un sentido habitual de ocultar sus sentimientos. Cuando fue consciente de su hábito y lo exploró de manera consciente, se reconectó con un recuerdo lejano de estar en el funeral de su madre y que su padre le dijera “Borra esa cara” y no llores. Este recuerdo le permitió abandonar su dolor oculto y su enojo que no le fuese permitido hacer el duelo de manera apropiada. Frotarse la cara actuaba como el medio para ocultar sus sentimientos y cuidarse de que fuesen experimentados y expresados.
En otro ejemplo, una mujer tomó conciencia de su patrón respiratorio. Se dio cuenta que sujetaba su
abdomen tenso de manera antinatural y que su respiración tenía lugar en la garganta. Descubrió
que era una respuesta de no sentirse capaz de relajarse y ser ella misma, y se dio cuenta que la contracción de sus músculos abdominales le permitían reprimir sus sentimientos. Cuando intentó
de manera consciente respirar en esa área, experimentó una sensación de alivio, como así también avanzar en conectar con sus problemas.

Represión física y mental.

Hemos oído muchas veces cómo tendemos a mantener reprimidos los sentimientos en nuestro subconsciente y en el inconsciente, pero lo que a menudo no nos damos cuenta, es que no se trata puramente de un ejercicio mental. Nuestro cuerpo cumple un rol tan importante en reprimir, como la mente. Así como tenemos un inconsciente mental, también lo tenemos a nivel físico. Tenemos gestos y posturas de los que no somos totalmente conscientes y que a menudo juegan un rol importante en la restricción de la expresión emocional y manteniendo patrones habituales de condicionamiento que limitan nuestro crecimiento.

Consciencia

Para lograr esta especie de catarsis y alivio, hay una llave que podemos utilizar. Es la de ser conscientes
de los hábitos o comportamientos condicio nados y luego quitarlos de manera consciente. Es en este ámbito que las asanas y el pranayama pueden ser muy eficaces.
Ser consciente en el sentido yóguico significa la habilidad de sentir, conocer y entender lo que está ocurriendo, no sólo a nuestro alrededor, si no mas bien, en nuestro interior. Consciencia incluye el desarrollo y reconocimiento del testigo interior que es capaz de observar con detalle todos los procesos de pensamientos, acciones y reacciones.
Mientras desarrollamos nuestra habilidad de observación, la profundidad y el espectro de nuestra consciencia se amplían y somos capaces de penetrar ese nivel superficial cotidiano de consciencia. La mente racional y cognitiva es el máximo nivel de nuestra consciencia a través del cual operamos la mayoría, ignorantes de la gran profundidad de los factores mentales subyacentes que están controlando lo que estamos experimentando a nivel superficial. Este es el motivo por el cual a menudo no podemos entender racionalmente algunos de nuestros actos, no podemos controlar nuestro humor o estados de
ánimo. Este nivel superficial no es mas que una expresión de nuestros productos inconscientes.
Nuestro modo habitual de actuar o de expresarnos físicamente son una forma de diálogo de nuestra
mente profunda. No se puede aceptar que no necesitamos profundizar en hipnosis y meditación
profunda para llegar a este nivel, a cambio solo se necesita conectar mas cerca en las formas de
“diálogo” que expresa nuestro cuerpo.

Asanas

Ser conscientes empieza con el cuerpo físico. Es el lugar mas fácil y práctico para comenzar, como
también por ser el último nexo con nuestra naturaleza oculta. Caldwell (1996) dijo que “la habilidad
de expresar y sentir nuestra experiencia física es el pilar de la recuperación”. La asana es el medio directo de tomar contacto con nuestras experiencias físicas. A diferencia del ejercicio físico, las asanas combinan consciencia y respiración que nos conducen a una experiencia de nosotros mismos que es mucho más profunda. A medida que practicamos asanas y pranayama, somos mas profundamente capaces de penetrar en esas partes ocultas de nuestra naturaleza.

Liberar tensiones

Gran tensión y stress dan como resultado un sentimiento de ansiedad que produce un bloqueo de energía que necesita liberarse. Cuando estamos extremadamente ansiosos y estresados entendemos que necesitamos relajarnos, pero encontramos que es difícil hacerlo. Las asanas dinámicas que mueven el prana y liberan la tensión muscular y mental, pueden utilizarse como ayuda preliminar para la posterior introducción de asanas estáticas y relajantes. A menudo después de un día de duro trabajo, uno vuelve a casa y se derrumba en una silla o come algo, o vé TV a modo de “descanso”. Pero el cuerpo no está descansando ni tampoco la mente; el cuerpo está flojo y perezoso y la mente está machacando y aún trabajando. Unas vueltas de Surya namaskara (u otra asana dinámica), luego disminuyendo lentamente el ritmo hacia otras posturas estáticas y luego una relajación en shavasana incorpora una manera activa de descanso donde músculos, huesos y nervios se estiran suavemente, y la mente se transfiere de otros puntos de atención, al estrecho campo de la concentración donde se obliga a trabajar. La relajación que sobreviene es mas profunda y uno se siente recargado en lugar de agotado. El stress físico y mental se acumulan de manera natural durante el día y la asana es un medio de liberarse y disminuir reacciones de stress en el futuro.

Expresión y transformación psicológica

Muchas asanas actúan como símbolo en el sentido de que permiten al practicante expresar un determinado estado psicológico o a desarrollar ciertas características. Por ejemplo simhargarjanasana (la postura del león rugiente) simboliza el comportamiento y características de un león. De esta forma, el que practica esta asana despertará aquellas características inherentes de fuerza, coraje y positividad que existen en su interior. Quizá el intento de rugir como un león pueda estimular en algunas personas su sentido de vergüenza o introversión y le ayude a superar estos sentimientos. Simplemente colocando el cuerpo de cierta forma y con plena consciencia produce cambios energéticos y psicológicos.
Una flexión hacia atrás como bhujangasana (la postura de la cobra) incluye una apertura del pecho y la estimulación de niveles de energía del cuerpo. Psicológicamente, algunas personas pueden sentirse vulnerables, atemorizadas, o tal vez reconfortados después de realizar esta postura. La expansión del pecho tiene efecto en anahata chakra y muchos de nosotros tendemos a cerrar esta área. La bio-energía lo llama “armadura”- la respuesta psicológica al dolor emocional. La región del pecho y del corazón está relacionada con las emociones y sentimientos de modo que a menudo tendemos a protegernos a nosotros mismos con la armadura de tensar esa área y cerrarla. Como resultado, el flujo energético del pecho se inhibe y así nos volvemos insensibles y menos conscientes. Abrir el pecho permite a la energía moverse y uno puede experimentar un completo rango de emociones que parecen surgir del momento. Este es un acceso al diálogo del cuerpo.

 Swami Satyananda
Nuestras reacciones a las asanas

Tal vez tengamos gustos y disgustos en relación a determinadas asanas. Por qué es así? Una razón habitual es que tendemos a disfrutar con aquellas posturas que podemos hacer fácilmente sobre aquellas
que requieren un gran esfuerzo, pero hay mas que eso. Tomemos por ejemplo, las posturas de equilibrio. Físicamente puedo hacer la mayoría de las posturas de equilibrio como también las concernientes a la flexibilidad, pero mantener la postura por un espacio de tiempo es difícil. Como resultante, puedo coger un enojo increíble y estar irritado.
Puede alterar mi humor por un momento estoy bien y luego terriblemente disgustado. Cuando soy
realmente consciente cojo mi mente siendo crítica “¿por qué no puedes hacerlo, no puedes concentrarte?”; comparando: “Él puede hacerlo bien”; y proyectando: “Me gustaría que dejara de moverse y entonces yo sería capaz de enfocar y equilibrarme correctamente”. Las asanas sacan nuestros patrones habituales de pensamiento hacia adelante. El disgusto hacia una postura puede significar que nos disgusta la reacción que se agita en el interior. Tal vez mi ego se siente maltratado en una postura de equilibrio y reacciona volviéndose irritable y fuera de sí. Pero si profundizo, puedo llegar a encontrarme con sentimientos más profundos de inadaptación o auto-crítica. Después de todo, si no me siento inadecuado en cierto sentido, ¿no reaccionaría mas ligeramente al mero hecho de no ser capaz de mantener el equilibrio?

Defectos posturales y estados mentales asociados.

A través de las asanas quitamos defectos posturales y sus rasgos de personalidad asociados.
Unos hombros hundidos y girados son con frecuencia indicación de una baja autoestima, o de la tendencia a arrojar y mantener los sentimientos dentro. Una espalda sobre arqueada puede indicar arrogancia y orgullo, que son a menudo una reacción a inseguridades inconscientes. Cuando nos volvemos conscientes de hombros tensos, abdomen contraídos, rodillas tensas y cerradas, etc, nos avisan de sus orígenes psicológicos, y conduciéndolos a través de las asanas, logramos el estado para niveles mas profundos para la sanación.

Abandonar la depresión

¿Qué es una persona deprimida? Cuando nos sentimos bajos, nuestra energía está baja y sentimos una gran pérdida de motivación. La mayor parte del tiempo toda nuestra energía estará centrada en torno de la cabeza y de sus pensamientos negativos que nos hará sentir abrumados, confusos y disipados. Si ejecutamos asanas dinámicas, movemos la energía desde la cabeza y la distribuimos alrededor del cuerpo. Las posturas de pie, surya namaskara y cualquier asana que incluya movimiento constante liberará el prana estancado y nos moverá la consciencia de la mente al cuerpo. Las asanas dinámicas ayudan al cuerpo a recargarse y el humor sube inmediatamente. Por supuesto, las asanas no quitarán completamente a una persona de su depresión, pero le ayudarán y le proporcionarán alivio. El conocer que hemos inducido activamente un estado de mejoría en nuestro interior provee las fuerzas y las motivaciones para continuar.

Pranayama

Cuando practicamos pranayama nos volvemos conscientes de nuestros patrones de respiración.
La respiración completa a menudo nos alerta sobre el hecho de que puede ser que inconscientemente
estamos contrayendo ciertas áreas de nuestro cuerpo. Hay mucho que aprender de esto. Tal vez alguien descubra una sensación de tensión alrededor del cuello y la garganta. Las tensiones en esta área a menudo se relacionan con la inhibición de sentimientos o de reprimirse de decir algo. Tal vez podamos encontrar una tendencia hacia inhalaciones o exhalaciones mas largas en nuestro habitual patrón de respiración.
Las exhalaciones prolongadas a menudo se relacionan con la depresión. Cuando estamos deprimidos, soltamos largos suspiros, y el acto de inhalar (inspirar para llenar el cuerpo de vida y energía) está disminuido. Una exhalación más corta a menudo indica una descarga insuficiente de energía, o el no ser capaz de dejarse ir completamente y relajarse.

La respiración espejo del alma

Las técnicas de pranayama pueden cambiar nuestro estado mental. Hay pranayamas activadores, tranquilizantes y equilibrantes, los cuales actúan específicamente con los niveles de energía del cuerpo y también en la mente. Un estado de stress y tensión se refleja normalmente en una respiración jadeante y rápida. Bhramari, con su larga y lenta exhalación, es perfecta para calmar el estado de dispersión energética y mental. A menudo una persona deprimida se queja de una sensación de plenitud que a menudo se experimenta alrededor del abdomen. Bhastrika activa la energía en el abdomen y devuelve la sensación y la actividad al área desensibilizada.
De esta forma, pranayama es una herramienta para manejar activamente el stress o las emociones confusas. La liberación del prana bloqueado o la activación de prana en áreas específicas, devolverá las sensaciones psíquicas juntamente con las experiencias mentales y emocionales que previamente se dejaron atrás.
La mente y el cuerpo fluyen con la respiración y las dos fuerzas se reflejan la una a la otra. Por ejemplo, nos quedamos sin aliento de la sorpresa y nos sofocamos o suspiramos de la tristeza.
También encontramos que es prácticamente imposible mantener la intensidad del enfado si nuestra respiración es lenta, firme y rítmica. Así, a través del pranayama aprendemos primero a controlar la respiración y el prana, y luego a expandirlo y, como la mente y la respiración están intrínsecamente ligadas, aprendemos a controlar los pensamientos y luego a expandir la mente y la consciencia.

Hacia un camino dirigido mas conscientemente en la vida.

Por supuesto, la reacción de cada uno hacia una asana o pranayama es personal y la misma reacción
para cualquier práctica puede ser interpretada de manera diferente según el individuo. Lo mas importante es mantener la idea de estar atento.
Con estas prácticas nos comunicamos con el cuerpo y tratamos de entender qué tiene que decirnos.
Ambos, asanas y pranayama nos conducen al momento presente. En el presente no estamos
distraídos, estamos claramente enfocados en nosotros mismos y en nuestra experiencia inmediata.
La mente no está disipada y está por lo tanto, calma y relajada. Es en este estado que el diálogo mental y corporal será escuchado claramente y podrá ser manejado directamente de una forma productiva. Mientras desarrollamos la habilidad del observador nos volveremos más y más familiarizados con nosotros mismos. Descubriremos cosas interiores que no sabíamos que existían, pero nos proporcionarán grandes interiorizaciones en nuestro maquillaje personal. El incremento del auto conocimiento conduce a un aumento del sentido de propuesta y claridad en todo lo que hagamos, porque sabemos exactamen te por qué estamos haciendo las cosas. A través de las asanas y pranayama nos volvemos más claros en relación acerca de nuestro dharma y podemos hacer, poderosas y personales elecciones tendientes a la promoción de nuestro desarrollo psicológico y espiritual.

Fuente: revista "Vishuddhi"

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