sábado, 17 de febrero de 2018

EL PODER CURATIVO DEL YOGA por Swami Niranjanananda Saraswati


En nuestra vida sufrimos, sufrimos debido al cuerpo, sufrimos debido a la mente, sufrimos debido a la emoción, sufrimos debido a los deseos. Es por esto por lo que se crea desequilibrio en nuestra estructura psicofisiológica. Cuando este desequilibrio se crea dentro de nosotros mismos, se dificulta el crecimiento interior y también se refleja en nuestro nivel de energía.

Según el Yoga, en la estructura fisiológica humana hay 72.000 canales que se conocen como nadis. Son los conductores de la energía vital o psíquica y nada tienen que ver con los nervios o el sistema nervioso. Los nervios llevan impulsos sensoriales del cerebro al cuerpo y viceversa, en tanto que las nadis conducen la energía vital y psíquica. Este proceso tiene lugar en los niveles psíquicos y sutiles de la personalidad, de los cuales no tenemos conciencia alguna. Por consiguiente, en estos canales se crean bloqueos, se acumulan impurezas que obstaculizan el crecimiento evolutivo sistemático del cuerpo, la mente, los pensamientos, los sentimientos, las emociones, los deseos y la conciencia. Las prácticas que se hacen en el yoga están específicamente diseñadas para eliminar estos bloqueos en las nadis para que la energía pueda fluir libremente.

En nuestra estructura fisiológica existen centros nerviosos que controlan el flujo de shakti (energía). Estos centros se encuentran en la médula espinal. El primero está en la base de la columna vertebral, el segundo está en el área del sacro en la columna, el tercero está detrás del ombligo, el cuarto está detrás del corazón, el quinto está detrás de la garganta. Desde esta perspectiva se han realizado muchos experimentos científicos para estudiar cómo las prácticas de asana y pranayama influyen en la estructura de nuestro cuerpo y mente.
El Yoga afirma que cuando hay armonía a nivel fisiológico, esta experiencia se siente en la mente, y cuando hay tensión física ella también se experimenta en la mente. Inversamente, cuando hay tensión mental esta se puede sentir en el cuerpo. De la misma manera cuando hay armonía, equilibrio y una sensación de salud óptima en el cuerpo, el cerebro lo experimenta, y también lo experimenta la mente. Este estado finalmente influye en las diferentes áreas adormecidas de la mente, despertando así el potencial que es inherente en ellas. Este es el concepto de salud total.

Cuando se habla de salud no se está hablando de la salud del sistema muscular del cuerpo. Cuando se habla de salud no se está hablando del alivio de problemas fisiológicos. Cuando se habla de salud, es en el sentido de armonía, balance, equilibrio en cada nivel de la personalidad, en todas y cada una de las dimensiones de la personalidad.

Cuando se obtiene esta experiencia se logra el estado de verdadera y completa relajación. Las percepciones sensoriales se interiorizan. En este estado de relajación nuestra conciencia del mundo exterior también se interioriza. Hemos sido conscientes de las experiencias externas, pero no hemos sido conscientes de las experiencias internas, y el objetivo del yoga es hacernos conscientes de las experiencias internas. Es hacernos conscientes de ambas realidades, la externa y la interna lo que a su vez ayuda a trascender o entender las propias capacidades, limitaciones y potencialidades. Por lo tanto, el yoga se considera una ciencia del cuerpo, de la mente y del espíritu. Es la ciencia de la salud total de todo nuestro ser.

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